Y ves como las paredes se caen
Y tu atado a tu silla no puedes hacer nada
Y las noches se arrastran por tu cama
Y tú tratas de agarrarlas pero se diluyen
Por entre tus trémulos dedos.
Y las lágrimas te han abandonado
Solo frágiles gemidos salen de tu atribulado corazón
Y tú te tratas de agarrar de algo o de alguien
Tratas de creer en alguien, de llorar sobre alguien
Pero estas inconmensurablemente solo.
Y tus ojos tratan de penetrar a través de la oscuridad
Y tus oídos tratan de escuchar una lejana canción
Y caminas en interminables círculos
Por entre la espesa niebla
Y cada vez vuelves al mismo lugar
Pero más cansado, más viejo y más solo
Y vez como lacerantes fantasmas caminan junto a ti
Los escuchas hablar acerca de ti
Los escuchas reírte de ti
Pero tú sigues dando vueltas y más vueltas
Viendo como todo se desmorona a tu alrededor
Y tú sigues atado a tu silla sin querer hacer nada.
Texto agregado el 03-06-2004, y leído por 154
visitantes. (1 voto)
Lectores Opinan
03-06-2004
Un poema pesimista, de esos capaces de imprimir fuerza al escribirlos y al leerlos. Me gustalo que has escrito, pero quítales tantos "Y" que hacen de la lectura un pesdo ejercicio, además de mostrar un mal manejo del lenguaje. ausente
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