Ahora que me toca ir a verlo a un parque y a una tumba inmóvil, en un lugar que aloja a tantas personas que han dejado este mundo, me pregunto una y otra vez, porque siento tanto dolor por su partida...frente a esa làpida que me señala su nombre y sus años de existencia, comienzo a evocar los recuerdos y momentos compartidos con el. Esa brisa que me toca el rostro me la imagino como su presencia tocándome, me surge compulsivamente querer cavar ese lugar y queriendo encontrar aun sus movimientos, su sonrisa, su existencia, su humanidad, pero ese acto solo esta en mi imaginaciòn, porque lo que vale, es lo que veo y con dolor puedo percibir solo ahí, un lugar quieto con un cuerpo que ya ni veo. Insistiendo en el por qué la muerte aun es un misterio y que conlleva tanto dolor en los que quedan, me doy cuenta en que la muerte nos deja en evidencia y un dejo de culpabilidad; el saber que cuando el y las personas que estan vivas, no nos damos la molestia y el tiempo de expresarle a diario nuestro afecto y agradecimiento por su existir.Cuantas veces estamos màs en el desencuentro, en enredos, en juicios desafortunados, en salir sin despedirnos, en no tocarnos, abrazarnos, besarnos, disculpando, atendiéndonos, siempre pensando que mañana lo haremos o repetir esa frase bien conocida por todos "es que no tengo tiempo", uf! que frio que nos ponemos, preocupados de otras cosas, del dinero, el prestigio, de competir, en fin, una decena de cosas màs relevantes que compartir a diario con los que nos rodean y entonces cuando viene un accidente o enfermedad y ataca a una persona y esta fallece, es ahí recien que comprendemos lo cuanto que lo hemos querido y que por las circunstancias no tuvimos tiempo de decirle mil gracias... o por sentir un amor entrañable por esa persona, ahí vienen los discursos compensatorios, los sollozos profundos, es ahí cuando comprendemos la importancia de la humanidad. Soñe 3 veces en forma reiterada con mi querido cuñado que ya partió hacia la ciudad de la luz. Ahí el luchaba por vivir, por rehabilitarse de su enfermedad, pero solo consiguió estar postrado en un sillon de enfermo y me decia - no quiero tanta comodidad, tener el diario, un televisor y una radio, lo que yo quiero es poder levantarme y salir al mundo, estar en contacto con las personas, tocarlas, ayudarlas, sentirme util y vivo - eso me decia en el sueño y ahí comprendi lo que importa en la vida y el por qué lo lloro tanto y aun cuando lo queria tanto, nunca le dije lo importante que era para mi y su familia estando sano, salvo cuando lo vi conectado a las máquinas, en la sala mortuoria o en el discurso de su partida. No quiero más repetir esta historia, nunca màs. Quiero tener tiempo para decirle a todos, que los amo mucho a cada momento, que sin su amistad mi vida no tiene sentido. Necesito su tibieza, la diversidad de caracteres y opiniones, de lo que hace distinto o iguales a las personas, que màs da sus diferencias, todos y cada uno hacemos el rompecabezas completo y por mientras, yo seguirè visitando la tumba de aquel hombre que marcó nuestras vidas positivamente y vivirá su memoria en todos los que lo conocieron.
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