Cuento de Navidad 2: sms_Navidad: cuestión de un recibí.

El sms comenzó a salir del móvil de Alex.
Llegó al servidor de su operadora y ésta lo empezó a transmitir hacía el de su amiga Silvia.
Alex esperó la confirmación de llegada de dicho mensaje, pero el servidor no le devolvía el recibí.
Eran las 06:00 de la madrugada y la familia de Silvia dormía.
No quería llamarla, simplemente con el sonido que emitiría el teléfono al recibir el sms, ya era suficiente cómo para despertar a alguien de aquella casa.
Tenía que verse con ella en unas dos horas, era importante que ambos fueran al lugar dónde los demás del grupo les esperaban.
La noche anterior quedaron en que Alex enviaría el sms con la hora en que debían de esperarse y juntos llegar al sitio dónde estaban los demás.
El maldito recibí no llegaba, Alex estaba empezando a pensar que tendría que desplazarse hasta la casa de Silvia, a esas horas de la mañana era dificil, él no tenía coche, los taxis iniciaban el cambio de turno, así como los autobuses.
Llegar a la estación del metro le tomaría cerca de casi una hora.
La única solución era llamar a una compañia de taxis.
Se introdujo bajo la ducha, desayunó un café bebido y vistiéndose hizo la llamada, confiando que algun taxi estuviera cerca de su zona.
Necesitaba llegar a casa de Silvia lo antes posible, hacer que ésta se preparara y poder llegar a la hora justa junto a los demás.
La compañia le dijo que en unos veinte minutos tendría un taxi en la puerta de su casa.
Al mismo tiempo, Alex no hacía mas que mirar y mirar la pantalla de su teléfono, esperando el tán deseado mensaje de confirmación de la llegada de su sms al del telefóno de Silvia.
Los minutos se hacían eternos esperando el taxi, mirando la pantalla.
El taxi llegó, el portero automático sonó en su casa, Alex bajó y subiendo al taxi, comentó la dirección de Silvia y la urgencia de llegar alli lo antes posible.
Llegó al portal de Silvia, pagó el taxi y llamó timidamente al portero de la casa de ésta, esperando que la misma le abriera la puerta y esperarla en su interior.
Pero nadie respondió al portero.
Entónces y sintiéndolo mucho, Alex llamó a Silvia.
El teléfono de ésta estaba apagado, al menos esa fué la respuesta de la operadora.
El sms había llegado con seguridad, pero el recibí no fué entregado porque Silvia tenía el teléfono fuera de linea.
Alex se dió cuenta, Silvia siempre apagaba el mòvil por las noches para ahorrar batería, aquella noche inconscientemente, no recordó que debía de mantenerlo encendido.
Alex llamó de nuevo al portero automático, esta vez alguien respondió al mismo.
Era Silvia, Alex la dijo que abriera el portal y que se preparara con rapidez, pues se les estaba haciendo tarde.
Silvia se quedó callada y al cabo de unos segundos le respondió: 'Siento haberme olvidado, apagué el móvil como siempre, ahora te abro, estoy preparada en unos quince minutos'.
El portero sonó y Alex empujó la puerta entrando y sentándose en una de las sillas que se encontraban allí, esperando los quince minutos que según Silvia tardaría en bajar.
Si Alex no hubiera tenido el servicio de confirmación de entrega de mensajes activado, nunca hubiera visto que el mòvil de Silvia no recibia su sms, con lo que se hubieran perdido un fabuloso viaje de vacaciones de Navidad.

'Recuerda esta Navidad enviar tus sms con acuse de recibo, así sabras si las personas que los tienen que recibir, los reciben a tiempo'.

Escrito por Carlos Them

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