es una bebida gaseosa de mi país, en lima - perú, como muchas de las cosas en mi país, es de color amarillo, o sea, de esos colores a remedio y que no curan mas que el bolsillo del fabricante. hace años que la bebo en un vasito de plástico, el doctor nos lo ha prohibido desde toda la vida pero no le hago caso a mis noventa años y un poco mas. debo de tener el estómago amarillo y mi sangre también... espero ser uno con la inka cola que es un producto nacional en este amarillo y húmedo país... hace poco me compré un libro de los Diarios de Kafka, conjuntamente con Carta al Padre, y, mientras leía sus páginas y páginas durante las horas de la noche, tomaba y tomaba esa cosa amarilla de la bebida nacional de mi país... dormí y tuve sueños como siempre, amarillos y refrescantes... es increíble la salud que tengo a mi edad. puedo correr, fornicar y mirar sin anteojos, y, sobre todo, beber de todo, comer de todo y leer como una computadora... me llaman por mi nombre pero no les entiendo, les pido que no me llamen tanto, pero no hacen caso. mi casa es un chiquero de libros, restos de comida, botellas vacías de inka cola y hojas escritas a pasto, es seguro que una noche no volveré a escribir porque tengo sueños dorados, es decir, amarillo y líquido... veo (en el sueño) un sol sonriente y de rayos como brazos tiernos que saludan a quien le mire y soporte su brillo, su amor encendido, esas cosas que la imaginación y el sueño crea sin parar, como el buen río a la mar...
lince, agosto de 2009
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