No hay mucho que ofrecer
cuando la luna, el sol y las estrellas
son regaladas
por los enamorados,
mas, amor mío,
te regalo mi sinceridad y todo mi ser,
te doy la humildad de mi corazón.
Cuando no hay más formas de decir
te quiero, te amo, te adoro,
te ofrezco mi mirada,
para que lo guardes en tú alma,
te tiendo mis manos
en señal de compañía,
junto con mi ternura
que te abastecerá cuando usted quiera,
de día o de noche,
en sus sueños o en su diario vivir.
Cuando no hay más canciones
que reflejen lo que siento,
mi corazón te ofrece su tonalidad
en cada palpitar,
llenando los rincones de tú cuerpo
en sentimientos y emoción,
transformando esa nostalgia en alegría,
esa pena en un pensamiento íntimo,
de amor, amor puro,
qeue solamente este humilde servidor
de mente soñadora
te puede regalar.
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