MY DAYS ARE NUMBERED
Por Luis M. Villegas.



Tratando de ordenar algunas ideas recordé a Al Kooper. A fines de los sesentas , después de Los Beatles , surgieron , para salvación del rock ; Las bandas.La inclusión de metales en los grupos musicales con jovenes talentos de academia quienes imprimieron sus conocimientos de la música clásica con las inquietudes de la música moderna incorporando el blues , jazz , rythm & blues , crearon sonidos nuevos , deliciosos , que podemos aún disfrutar de Chicago , Blood ,Sweat & Tears y otros más. Precisamente en la última etapa de B,S & T se editó un disco con el tal Al Kooper en la portada , disfrazado de estatua de la libertad. El sujeto creo que desapareció después de éste evento y no hizo mal en hacerlo ya que era increíblemente desafinado y llegó a ocupar en la banda los zapatos de David Clayton-Thomas quien no ha tenido como intérprete alguien que lo supere.Mas en todo hay algo bueno. El tipo interpretaba una rola que se llamaba " My days are numbered" por supuesto, fuera de tono , pero con una frescura e ingenuidad que la hacia especialmente intensa y pegajosa . Sirva ésta para usar el título en una reflexión obligada por las circunstancias de la vida.
Esta transcurre aparentemente sin cambios. La necesidad de trabajar nos impone rutinas que nos van distrayendo de las cosas importantes, como lo debe ser la atención hacia los seres que nos rodean , creandonos la ilusión de que siempre estaran ahí, en su lugar, para que nosotros los disfrutemos y nos podamos apoyar en ellos cuando lo requiera el momento. Como en todo debe siempre existir un compromiso de atención. Quien ha tenido peces, atendido una planta o adquirido una mascota sabe muy bien de ésto; Hasta éstos pequeños compañeros de la vida nos brindan algo tan preciado como lo es la compañía. Cuando nos ven parecen alegrarse y tal vez éste gusto vaya más allá del agua y alimento que les dispensamos porque , seguramente, también disfrutan un poco de nosotros; de buenas palabras y alguna caricia, en fin , de la atención que nos dignemos en brindarles.
¿Por que no hacerlo con nuestros seres queridos?
Un dia , de repente los hijos crecen, los lazos se distienden por el llamado de la vida y deben de irse a estudiar o a trabajar. En el mejor de los casos, si tienen suerte, habrán de encontrar un espacio en donde ensayar sus aptitudes, algunas de las cuales les habremos enseñado nosotros en ese indefinible proceso de la educación.No conozco un medio mejor de evaluar su éxito que la felicidad. Con ello no quiero definir lo que para cada quien signifique ser felíz. Si la encuentran habrán de ser personas independientes y productivas de las que siempre nos enorgulleceremos. Si no, tal vez siempre estarán muy cerca de nosotros, imponiendonos un compromiso que demandará procesos mas largos ,quizá tan permanentes que agoten nuestra presencia física en la tierra. En ésto también hay su gloria, porque habremos de cumplir un ministerio sagrado; El brindar parte de nuestras vidas para el crecimiento de otros , en ello , por supuesto el ingrediente principal será el amor.
Cuando un ser querido enferma, nos damos cuenta de su ausencia y de lo que significa por oposición en nuestras vidas, su presencia..Caemos en cuenta de que estamos hechos de partes distintas , como esas colchas de parches , somos pedazos de nuestras familias y de nuestros seres estimados
porque si bien unos nos son impuestos y los otros escogidos , de todos tomamos una parte para conformar nuestra personalidad. De los parientes ; la inevitable convivencia y la genética. De los amigos ; las experiencias de la vida.
Aprovechemos , pues, el momento de hoy, para hacer esta necesaria distinción en quienes tienen la suerte o el infortunio de acompañarnos por la vida. Reconozcamos con nuestra atención , gentileza y cariño a las personas que estan a nuestro alrededor.
Inevitablemente me referiré de nuevo al atorrante del Al Kooper del principio. Tenía razón en eso de que "My days are numbered". Ya se hace tarde.