Te amo cuando me miras
te amo cuando me llamas
te amo cuando siembras la duda
y culposa, y me desarmas...

Y te amo cuando te marchitas
por que yo me hago grande
e intento acallar con mi sombra
la terrible pena asoleada.

Por que mi aliento sabe a besos
esos que te mueres por secar
por que mis ojos saben a olvido
y tu te quieres despojar,
de tus ropas incandescentes
y de tu pasion incesante
de tu risa obsecuente
y de tus labios morados
pequeños, rellenos de maldad.

De una pasión vestida de verde
y de un blanco invierno
que hoy derrite sus hielos
y vuelve a brotar.

Como un pájaro en noviembre
dispuesto a volar,
por los cielos llenos de semblanzas
y hermosura por doquier.

No me quites la esperanza,
alimentame con tu ser,
hoy somos intesos y conspicuos
mañana libres, de corazon y pecho
pronto, nos veremos al amanecer...