Inicio / Cuenteros Locales / kirjava / El grano de café
Hubo una vez, en un pueblo que con el paso de los años su nombre se ha perdido, una joven que entro en la cocina de su padre para decirle algo importante, tal vez lo más importante que le haya pasado en su vida:
--Padre, quiero hacer algo con mi vida y sacar provecho de ella. Tal vez me vaya a alguna otra ciudad para probar suerte allí, pero sigo sin tomar una decisión—le conto la joven agachando la cabeza como señal de respeto.
--Querida niña—le dijo su padre—no te preocupes. Solo tráeme una zanahoria, un huevo y un grano de café.—le ordeno su padre sin dejarse sorprender por el comentario de su hija.
Sin comprender todavía el motivo, la joven le llevo lo pedido y el padre puso a hervir agua en tres calderos; en uno puso la zanahoria, en otro el huevo y finalmente puso con delicadeza el grano de café.
Esperaron un rato y luego el padre invito a su hija que pasara a la cocina.
--Hay algunos—comenzó el padre caminando al primer caldero—que cuando quieren cambiar su vida son fuertes al principio—dijo el hombre tomando la zanahoria y dejándola sobre la mesa mientras tomaba un cuchillo—pero su vida se vuelve muy sensible y pueden fracasar con facilidad—el padre corto con tranquilidad la zanahoria como si de una espada que corta papel se tratara.
--también hay algunos—continuo el padre dejando la zanahoria para caminar hacia el caldero del huevo—que tras el cambio siguen siendo fuertes, pero bajo esa capa de indiferencia hay algo tan blando como lo que ves aquí—le comento mostrándole a su confundida hija el huevo cocido sin cascara.
--Sin embargo—continuo el pequeño hombre caminando hacia el caldero del grano de café—hay algunos que tras el cambio se transforman y no solo ellos superan el cambio con total facilidad. Si no que se dan cuenta de que hay algunos amigos a su alrededor que se pueden ayudar mutuamente si se apoyan entre si y son felices entre ellos.—dijo el padre tomando el caldero donde el grano de café había desaparecido para dejar lugar a café puro, que cuando el padre lo sirvió en una taza y se lo dio a su hija, le enseño una valiosa lección a esta…
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Texto agregado el 19-08-2009, y leído por 429
visitantes. (3 votos)
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Lectores Opinan |
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21-08-2009 |
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Y tú nos enseñas una muy buena a nosotros, gracias Kir, estupendo texto******** JAGOMEZ |
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20-08-2009 |
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Lo había leido ya es muy buen texto, no recuerdo el autor pero gracias por traerlo, es bueno tenerlo presente ,mis***** nanajua |
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19-08-2009 |
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Bien: Me gustó. Buenas metaforas. Azel |
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