Desde que tengo razón mis padres estaban divorciados, nunca supe el verdadero por que y ellos no se ponían de acuerdo a la hora de dar una explicación que fuera algo lógica, pero eso no es la cuestión.
Mi padre pasaba por mí los viernes en la tarde, según lo acordado con mi madre, para esto era preparada desde horas antes, me ponían mis mejores vestidos y unos zapatos rojos de charol, que recuerdo no me los apeaba porque eran mis preferidos, mientras mi madre me leía la cartilla como cada semana de que no la hiciera pasar vergüenza en casa ajena, que yo era una niña de costumbre por lo que no debía opinar, ni mañosiar, que tenia que comportarme y dejar en mi casa mis salvajismos, ocurrencias, el estarme encaramando en todo a mi paso y mis brutalidades, porque que pensaría de ella mi padre, a lo que yo me mantenía alucinando, ansiando el instante mágico en que llegara a buscarme.
Aun recuerdo que se estacionaba a la entrada de la casa en su camioneta azul clara nacarada, me tocaba la bocina y yo salía disparada, desesperada a su encuentro para abrazarlo y oler su perfume tan característico que aun mantengo registrado en mi cerebro; el me recibía con un paquete de palitos de queso marca Estrella que eran mis favoritos y un chocolate Zero, que no me gustaba tanto pero que me comía como si fuera el mas exquisito, me miraba a los ojos y saludándome me preguntaba: Como se ha portado mi tiriguillo? Mi corazón explotaba de felicidad, quería detener el tiempo, para que el domingo no llegara y así no tener que regresar.
Los días de la semana eran agonizantes, ya que pasaban lentos, vivía en la eterna espera del viernes, para reencontrarme nuevamente en un abrazo con mi papa.
Al pasar los años nada cambio, al contrario siempre fue mi debilidad, lo amaba por encima de todas las cosas, no importase lo que dijese mi madre acerca de sus defectos en un arranque de ira o celos, eso me hacia adorarle mas por estar a pesar de las limitantes, por confiar aun en las adversidades, por creer en mi aun cuando yo dudaba o cuando no lo mereciera, por ser siempre mi súper héroe…..A ti
¨Te hecho tanto de menos, con el paso de los años
Con mis logros y fracasos, con esa brisa que
desearía vivieras junto a mí.
Te extraño tanto, como si parte de mi se desvaneció
Con tu partida, con ese silencio de tu voz que nunca
termina.
Has dejado dentro de este caparazón, furia, llanto y
Tristeza comprimida, en un abismo de nada que lleno
Día a día de porquería cotidiana para no sentirme tan
vacía.
Que me queda hoy después de tu partida, solo el anhelo de que me miras a lo lejos, de esperar que después de la muerte nos encontremos con las mismas miradas de aquellos tiempos y esas pocas sonrisas y te quieros que nos debemos¨.
SR
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