Bloqueo Terrenal.
Introducción.
¿ Has pensado alguna vez que el cielo y el infierno cerrarán sus puertas ?.
¿ Has imaginado en algún momento de tu vida, que no hubiera un final para nadie en este mundo ?
Imagínate por un momento, sólo imaginalo, que cada vez hubiera más personas en la tierra y nadie pudiera salir de la misma.
El camino que origina la vida sigue abierto las 24 horas, pero ningún otro camino puede ser localizado por ningún ser humano para poder descansar en paz.
Los alimentos, el espacio que cada uno necesita, el agua, todo quedaría reducido e incluso pudiera ser que se acabara en un plazo de tiempo razonable.
¿ Dónde podríamos vivir todos y cada uno de nosotros de una manera más humana, más lógica, más normal ?.
Podríamos crear naves para poder ir a otros mundos de la vía láctea.
Pero, si sigue aumentando la población, algún día también estos mundos quedarían sin espacio para albergar más personas.
Sería la hecatombe más grande y horrible que nunca sufriera la humanidad en todos sus largos siglos de existencia.
A ese fenómeno al que nunca creo que se llegue, y que mi mente a conseguido construir lo he llamado Bloqueo Terrenal.
¿ Cuánto tiempo crees que aguantarías en una lata de sardinas, sin casi comida, ni espacio suficiente para moverte, viendo que te sientes impotente ante lo que antes era tu vida normal y ahora es tu ilógico, terrible y odioso destino inmortal ? ...
Pronto lo vivirás, mi idea cobrará vida, una vida que nada tiene que ver con lo que conoces ahora mismo ...
Prepárate para el 2009 ... porque voy a abrirte mi mente a algo que nunca querrás que llegue a pasar de verdad ...
Prólogo.
El libro de las puertas.
En una casa de un pueblo del lejano oriente ...
"El libro éstaba abierto justo en las páginas, dónde la puertas del cielo y el infierno se abren para recogernos, en medio de dos velas, una blanca y la otra negra", comentó Isarias.
"Ese libro nunca debería de haberse abierto, ni siquiera tocado, sólo es para hombres que saben cómo se debe de utilizar. ¿ Qué hace un libro cómo ése que lleva siglos cerrado en la biblioteca en un altar, dime ? ", respondió Almoher mirando de lleno a los ojos de Isarias.
"No lo sé bien Almoher, pero créo que hay algo que desconocemos y que puede ser de una cierta gravedad para todos", dijo Isarias mirando hacía el fuego de la chimenea.
"Ese libro, abre y cierra las puertas de la comunicación del alma hacía otros hemisferios. Si alguien está intentado usar las llaves de los reinos, podemos estár en un peligro para nuestro Yó, el de cada uno de nosotros", respondió Almoher con una mirada sombría y desconcertante.
"Debemos de ponerlo en conocimiento de los rabinos cuánto ántes, pienso que algo no ésta del todo bien, siento que pudiera llegar el caso de que ocurra un evento que ninguno esperamos, quién haya usado el libro de las puertas, puede haber creado un caos muy grande en el más allá, un caos que repercutirá en todos los que estamos en éste lado", alegó Isarias con preocupación.
"Bien, por hoy sólo podemos ir a dormir, mañana después del trabajo, me acercaré a la iglesia y hablaré con los rabinos", dijo Almoher levantándose de la mesa dónde estaba cenando y apagando las ascuas que quedaban aún en la chimenea.
"De acuerdo, buenas noches Almoher", se despidió Isarias, comenzando a subir las escaleras en dirección a su habitación.
Al día siguiente, Almoher se levantó muy temprano, fué a su trabajo y una vez finalizado el mismo, se acercó cómo le había comentado la noche anterior a su hermano Isarias a la iglesia, para ver si podía hablar con algún rabino y esclarecer que hacía aquél libro abierto en medio del altar.
Entró en la misma, y se acercó al altar, un altar que ya no tenía nada de lo que su hermano le hubiera mencionado. Poniendo rumbo hacía la parte derecha del mismo, entró en las dependencias, y trás una puerta encontró a uno de los rabinos vistiendo una casaca blanca.
"Buenas tardes, ¿ Puedo hablar con usted un momento, por favor ?", dijo Almoher acabando de entrar en la habitación.
"Buenas tardes, Almoher, pues claro, cuéntame que te trae hoy por aquí", contestó el rabino con una sonrisa.
"Verá, mi hermano vió ayer en la noche, un libro muy antiguo abierto por unas páginas un tanto especiales, estaba sobre el altar entre medias de dos velas, una blanca y la otra de color negro", respondió Almoher con cara asustada.
"¿ Un libro muy antiguo abierto en medio de dos velas, dices ?", preguntó el rabino un tanto extrañado.
"Sí, así es y las páginas hacían referencia a las llaves que abren y cierran el cielo y el infierno", contestó Almoher un tanto nervioso.
"Qué Yó sepa, ese libro no puede ser sacado de la biblioteca sin nuestro consentimiento, ¿ si es que te refieres al libro de las puertas?", inquirió el rabino.
"Asi es, ese es el libro en cuestión", afirmó Almoher.
"Esa es una alusión muy seria Almoher, si alguién lo ha traido hasta la iglesia y ha realizado algún ritual con el mismo, tal véz estemos en un apuro, ese libro fué escrito para cómo tú bien has comentado, cerrar las puertas del otro lado, en el caso de que sucediese algo anormal en la tierra".
"Lo sé, y eso es lo que más me asusta, si las puertas se cierran, la humanidad no encontrará paz nunca cuando llegue el momento de cada uno ...", dijo Almoher con la cara un tanto crispada.
"Miraré mañana en el registro de la biblioteca, quién sacó el libro y lo trajó hasta aquí, no me gusta lo que has dicho Almoher, no tiene muy buen aspecto y en verdad que me has empezado a preocupar", comentó el rabino.
"Lo siento, Yó sólo vine a decir lo que mi hermano vió anoche aquí, Yó también estoy muy preocupado, creáme", dijo Almoher.
"Bueno, ahora tengo que dar una misa, te mantendré informado, descansa de tu día, mañana veremos toda la verdad sobre éste tema", comentó el rabino, cómo en un ádios a Almoher.
"Bien, hasta mañana por la tarde entónces", respondió Almoher haciendo un gesto con su mano.
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