La llave del horror.

Nivel 2.

Cometido: Encontrar la segunda llave para abrir el otro lado del pasadizo, la puerta del horror.
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El comité de creación genética se encontraba en el piso veintitrés de un alto edificio, el cual estaba muy próximo a una base militar.
El comandante superior acababa de dar las órdenes para que el nivel 2 entrara en juego, con dos nuevos participantes, además de Adán 6 y Comano 7.
Eva 9, más sofisticada que la extinguida Eva 8, se empezó a dirigir hacia el lugar de la primera escena.
Eva 8 había sido retirada del juego y su casa desmantelada, cómo si fuera el escenario de un programa televisivo.
Sandra 5, había construido un nuevo ambiente para recrear las escenas del nivel 2.
Aquella Sandra 5 a la que habían dotado de un coeficiente de inteligencia superior al de Adán 6 y Comano 7.
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"¿ Por qué han diseñado a una nueva Eva ?", preguntó Asilmo mirando con extrañeza hacía la pantalla de control.
"Eva 8 fué eliminada por Adán 6, las demás Evas 1 a 7 no son capaces de destruir a Adán 6 ni a Comano 7, su coeficiente no es para éste juego, serán utilizadas en otros proyectos más sencillos para ellas, señor Asilmo", respondió el comandante superior.
"Ya veo, y mientras tanto estarán ahí muertas de risa, cómo los demás Adanes, Sandras y Comanos, sepa usted que cada vez que nace una nueva cobaya le cuesta seis millones de euros al gobierno central de Europa, comandante superior", dijo Asilmo con cara de enfado.
"No se alarme Asilmo, cada uno de ellos jugará la partida en su momento, Eva 8 será puesta en marcha de nuevo y volverá a sernos últil muy pronto", contestó el comandante superior, tratando de tranquilizar al enviado especial Asilmo.
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Los dominios de Zoroan se parecían a la tierra en casi todo, sin embargo no era un mundo real, sino una ficción creada por ordenadores que diseñaron todo el juego de la llave del horror y sus posibles escenarios en cada nivel.
Lo único que era real, eran sus protagonistas, que nacieron de las incuvadoras que el proyecto de genética militar, tenía en la base próxima al edificio de mando.

"Todo es posible, todo es cómo un juego, sólo ellos pueden hacer qué en la tierra consigamos una lógica y un poder más alto".
"Gracias por dar la vida, para la ciencia y el progreso humanos".

T. Sain 1978, Catedrático de ciencias de la genética en Hamburgo.

Escrito por Carlos Them

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