Camino lento y voy
por las calles de las melodías
no me apuro, hace calor,
recorro mis sueños y hoy
quiero escucharlo a Serrat…
quiero “leerlo” a Sabina,
sus poemas hecho canciones
y en mi pañuelo alguna despedida.
Cuantos árboles plantaron
y crecieron a mis orillas
florecieron en primavera
y me dieron flores azules y amarillas
y en las veredas de mi vida
las baldosas como un crucigrama de caricias…
Como buen gato que soy
me trepo a tu mundo…
te miro desde una cornisa
te leo desde el amor,
a veces con dolor,
y en el balcón…una sonrisa.
Y me voy por los tejados
porque me falta tu mano
y me sobran todos estos días,
días de sembrar esos árboles,
esos sueños
y esperar a tus ojos…
como dos soles que me miran,
y tal vez como esa primera vez
tú también me esperes volver…
volver a ti y a mis melodías,
porque hoy te quiero escribir,
te quiero decir:
“Quiero tus besos sin dueño,
esos que calan hondo,
hasta los huesos,
no quiero cruces,
quiero tus rosas sin espinas,
quiero esas flores azules y amarillas…”
Camino lento y voy…
por las calles de las melodías
no me apuro, hace calor,
recorro mis sueños y hoy
quiero escucharlo a Serrat…
quiero “leerlo” a Sabina,
sus poemas hecho canciones
y en mi pañuelo alguna despedida.
Como buen gato que soy
me trepo a tu mundo…
te miro desde una cornisa,
te leo desde el amor,
a veces con dolor
y en el balcón…una sonrisa.
Y me voy por los tejados
porque me falta tu mano
y me sobran todos estos días…
“Paloma”, “pueblo blanco”
y “sin embargo”
espero el verano
y las golondrinas,
tus labios y el pecado…
de haberme enamorado
alejándome de tu mano,
tus letras, tus caricias…
mi melancolía.
Mi condena, mi dulce condena…
y en las veredas no hay quien me diga
porque el tren se lleva
al amor en el último vagón,
porque se envenena
esta luna arrepentida.
Si te quiero y me quieres
porque dejamos volar
la oportunidad de amar,
porqué le pusimos al corazón
un cartel
“cerrado de por vida”
si mis días son tus días,
gemelas gotas saladas y frías…
Porque hoy te quiero escribir,
te quiero decir:
“Quiero tus besos sin dueño,
esos que calan hondo,
hasta los huesos,
no quiero cruces,
quiero tus rosas sin espinas,
quiero esas flores azules y amarillas…”
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