Todo prolijo, ordenado, pulcro, los vasos, los platos, corbatas, calzado, pijamas para el…
Sus pensamientos equilibrados, hasta el punto de no mover músculo alguno, sin pensar antes el movimiento a su paso, todo calculado así es ella…
Su nido perfectamente concebido, mas en su mente el orden obsesivo de tener todo dispuesto le hacían perder la realidad, confundida en su total orden, el se alejaba mas y mas
Era asfixiante su presencia, manipuladora y hostil, en su universo perfecto solo de ella, en su razón todo alineado y dispuesto a sus antojos. Sus dedos ordenan el cubo, dejando los cuadrados con sudoroso manoseo, para luego lanzarlo al retrato del que fuera su amado un día…
Mientras ordena y limpia toda la casa, arma y desarma sus pensamientos, no puede vislumbrar la salida, el orden de las cosas, no le permiten ver las puertas y ventanas para escapar de ella misma, siempre están cerradas para ella…
El eterno orden del que es presa, no la deja compartir, ni siquiera un instante el desorden del que fuera su amante y esposo…
Mirando fijamente los vasos, platos, corbatas, calzado y pijamas, los lanza por la habitación
Riendo y desordenando todo a su paso, se rasga las ropas bailando y saltando, cayendo al suelo junto al pijama de suave raso. Vistiéndose con su camisa a rayas su preferida, colocándose su calzado, ríe al ver su pequeño pie sobrando en el brilloso zapato camina por la casa, el sonido de los tacos retumban en su sien. Corre al baño dejando que el agua, moje sus vestimentas y el lustroso calzado y ahí luego de un rato cierra la llave, para contemplarse en el espejo de marco de marmolina importada de china que en sus puntas esta fisurada, como su mente, mira aquella imagen en silencio sepulcral, estilando, las lagrimas se confunden en su rostro mojado, se despoja de esas ropas y calzado llorando en silencio, en medio de la soledad de su condenado orden…
No es demasiado tarde aun, puede todavía empeorar mas, correrá por los pasillos de su mente y quedara atrapada allí, atada a esa camisa amarrada a su espalda, comenzando de nuevo a ordenar sus pocos racionales pensamientos, que aun quedan en sus recuerdos, para golpearse luego contra la pared, cubierta de almohadones para evitar herirse físicamente, pero como protegen su alma, su autoestima, su ego…
Solo queda alinear su inestable vida y así terminara lo que de joven empezó, auto compadecerse, será ella con cara de tristeza la que vea en el espejo, su reflejo ahora la confunde y se desorienta mas y mas…
No hay contemplación a si misma, es dura con ella, cree ciegamente en su perfecto mundo
Y no tranzara una tregua en frente de ella. Ordena una a una las balas, todas en hilera, cargadas de ira y de impotencia, para que den en el blanco, esta vez darán en sus sueños
Y caerán como vidrio al suelo, hecha añicos como su ordenada conciencia, esperara ese momento en que el este en frente y descargara este revolver con toda la ira de su perfecto mundo, a ese cuerpo, hasta verlo desangrar y caer viendo como expira su ultimo aliento,
Pero antes de todo, ha guardado una bala para ella, para cuando llegue ese momento, acabara consigo misma también, los dos Irán al mismo lugar a ese perfecto mundo ese espacio que imagino de un principio, donde no cabe nadie mas, solo ella y el, en su perfecto orden, solo sus pensamientos importan, su enfermizo y egoísta amor, la han enloquecido
Hasta rabiar, solo quiere acabarlo y llevarlo consigo por la eternidad…
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