¿Cual podría haber sido el motivo, para que el actual edil de la comuna de santiago pusiera en marcha el plan de intentar eliminar el “arbusto”, el Bellasombra, o como se lo conoce en Argentina, Uruguay y Brasil, y en pocos lugares de Santiago, el bello Ombú, en la esquina de Nataniel con la calle Placer?.
Esa mañana del 31 de julio quedo grabada en cientos de caritas de niños y niñas que iban presurosos a la escuela Matte, al frente de nuestro descuartizado ombú, reflexionando lo contradictorio que es la vida, en la escuela la profesora nos habla del cuidado del medio ambiente, del respeto que se debe tener a los árboles, por que limpian el aire y en esta esquina los cortan y lo sacan de raíz.
Sí claro, hablamos del barrio matadero, en la periferia de la comuna, ayer un barrio con historia, con un pasado de enormes sacrificios de las clases populares, pero también un lugar donde se daban cita la bohemia del siglo pasado y no por opción sino por que lo que lograba la educación pública de la época, ahí está aun la universidad del matadero, marcando el camino por lo que hay que construir.
Hoy por hoy la modernidad nos llena de torres y el barrio obrero hoy es un barrio comercial, si hasta una estación del metro se instaló en aquel preciso lugar, pero claro aquellos trabajos de hacerle un tajo a la tierra no tocaron aquel viejo Ombú, quedando de testigo de tiempos pasados, nada predecía que iba ser cercenado y llevado a los basurales.
Cuentan, que en un programa de televisión, días antes de este árbolicidio, se hablaba de las pandillas juveniles que asechan los barrios populares y que en ésta esquina se escondían niños delincuentes que asaltaban a los transeúntes despistados que concurrían al Persa Bíobío .El chiste de don Otto, que vendió el sofá, donde estaba su mujer con el amante, para que no lo engañara mas, supera la irracionalidad de las autoridades publicas, cortando con lo mas cercano y con la imposibilidad de mantener el patrimonio histórico de un barrio que se resiste a morir.
La voz de Patricia, vecina y profesora de la escuela Matte, no fue suficiente a sus alegatos por impedir tamaño crimen, rodajas a rodajas fue cortado hasta sacar su últimas raíces, sin embargo no todo esta perdido, pues ella en un arrebato por mantener aquel Ombú, pidió a los funcionarios que le dieran aquellos pedazos de troncos y con ayuda de los curaditos que tienen ese espacio para sus vidas, los convenció de la necesidad que le ayudaran a trasladar los restos de troncos a la sala del tercer piso de la escuela , a la sala de artes y ahí con sus alumnos de básica están trabajando con cerámicos y al más estilo de Gaudí, le están dando vida al viejo Ombú.
Aquella mañana, tan triste para el barrio matadero, en otro lugar y con la diferencia horaria de 6 horas en un hospital de Cataluña venía al viejo mundo Benjamín Amadeu, un nieto latino hispano indo americano, mas temprano que tarde este niño catalán de la mano de su abuelo plantarán ahí donde estuvo ese viejo Ombú, otro arbusto y dejarán de ofrenda aquella rodaja con las incrustaciones que hicieran las chicas de la escuela Matte, como testimonio que la vida se impone a la muerte.
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