MONÓLOGO DE UN PIERROT QUE NO SABE ESCRIBIR Y TAMPOCO DAR UN BESO DETRÁS DE UNA SÁBANA O UN ESCRITO QUE NO HABLA DE LA PÁGINA LOSCUENTOS.NET Y NO MENCIONA POR NINGÚN LADO "EL BESO DE MAGRITTE". SUBTITULO: DESCALIFICADO, porque me dijeron que no expliqué las metáforas y yo quise reir y vomitar a la vez.
Texto inspirado en el cadro de Magritte EL BESO , quien cubre los rostros en sus pinturas, porque así vio a su madre ahogada, muerta y con ello explica la ausencia. Por cierto, este escrito no va a ninguna prte, sólo quiso ser testimonio de un cumpleaños y de un tremendo aprendizaje, acerca de los locos y sus dolores expresados en el arte.
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Desde la orilla del lago veo pasar mariposas blancas que juegan a quien llega primero a las flores más lindas, otras ignoran el juego y van de un lado a otro girando en torno a mi cabeza, a veces pienso que me miran mientras yo observo esa sábana azul que cubre la cabeza de mi madre muerta, mientras apenas dejo un beso que ni se siente, que no es nada en este fondo que huele a distancias en medio de una ventana, en esta casona con tantas habitaciones que apenas logro subir las escaleras y bajar al subterráneo a buscar a algún muerto que me deje una mano, un ojo, una peluca roja detrás del espejo que cuelga cerca del armario, que tiene miles de nombres pintados y lanza cuentos y versos a destajo como si me alcanzara el tiempo. Pero yo no quiero moverme de esta orilla de agua dulce a ver si refresco esta memoria y estas manos que a veces escriben por las paredes mientras asoma una mueca y un rostro indefinido que bien sé es el de mi madre y el mío que nos despedimos y luego somos mariposas y letras y flores que se juntan en cuadros que recorren el espacio que no existe en esta hora que puede ser el cero o el 25, que da igual porque no es más que una ventana y una tímida caricia que se dice añil, índigo y ninguna esperanza. Pienso que los besos vienen con las olas y las piedras volcánicas que me lastiman, porque yo grito un beso desesperado, porque yo quiero mirar su rostro y me atrapa el espanto cuando sus ojos ahogados y su boca muda nombran el silencio y entonces las musas cojas, tuertas, mancas se arrastran y quieren que vomite justo cuando llegan las mariposas. Entonces no sé qué hacer, porque miro dos sombras, me miro desde el equinoccio y cambio de estación y me persigue el sonido de las olas y los besos y un cuenta cuentos que parece un Pierrot en medio del camino que surge cuando un Moisés abre las aguas para dejar atrás al loco que soy yo tirado a la orilla de este tiempo.
FATAMORGANA
Patricia Lara Arriagada
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