EL ESPEJO ENEMIGO
(DRAMA EN UN SOLO ACTO)
PERSONAJES:
-José.
-Carlos.
En la sala de una casa, José se pasea de un lado a otro nervioso. En la sala hay un espejo.
JOSÉ: ¿Por qué soy así? ¿Por qué soy así? ¿Por qué soy así? (De pronto, se mira en el espejo y se desespera) ¡No! ¡No! ¿Qué es eso? Eres defectuoso (hablando con el espejo). Eres egoísta, tímido, cobarde. ¡Noooo!
Entonces, llaman a la puerta.
JOSÉ: (asustado) ¡Ah! ¿Quién es? (como si abriera la puerta con miedo)
CARLOS: ¡Hola! He venido a visitarte. Me dejas pasar.
JOSÉ: (Cubriéndose el rostro con el polo, casaca, o manos) No sé… Bueno, pasa. (Lo hace pasar con miedo y rápidamente cierra la puerta)
CARLOS: ¿Qué tienes?
JOSÉ: No me mires. Soy espantoso.
CARLOS: Yo te veo normal. Mírate en el espejo.
JOSÉ: No, el espejo no. El espejo te muestra quien eres. No te mires nunca en el espejo.
CARLOS: Se mira en el espejo.
JOSÉ: (Asombrado) ¿Pero cómo puedes mirarte? ¿Es qué tú no tienes defectos?
CARLOS: Claro que tengo. Todos tenemos virtudes y defectos. Pero como explica un gran pensador debemos esforzarnos por acrecentar y pulir las virtudes. Así los defectos irán ocultándose cada vez más hasta ser invisibles.
JOSÉ: Hablas así, porque tú eres guapo. Tienes una personalidad excelente. En cambio, mi personalidad es defectuosa. Yo no puedo cambiar mi personalidad.
CARLOS: Todos tenemos distintas personalidades, pero ninguna es mejor que la otra. Un introvertido no es mejor que un extrovertido. Lo importante es fortalecer los aspectos positivos de nuestra personalidad.
JOSÉ: ¿Entonces yo, también, puedo mejorar?
CARLOS: Claro, lo importante es que desarrolles tus virtudes. Seguro que tú tienes virtudes.
JOSÉ: (Poniéndose a pensar) Pues, ahora que lo dices. Soy ordenado. Esa es una virtud. También, soy paciente. Y, a veces, me intereso por los demás.
CARLOS: Muy bien. Si dejas de pensar en ti mismo y te esfuerzas en una meta basada en valores irás mejorando tu personalidad.
JOSÉ: ¿Entonces, tengo esperanza?
CARLOS: Claro, mírate en el espejo.
JOSÉ: (Se va acercando al espejo con miedo) No, el espejo te muestra quien eres. No, el espejo te muestra quien eres. No, el espejo te muestra quien eres. (Finalmente consigue mirarse)
¡Tienes razón! Yo, también, tengo virtudes. Voy a esforzarme por ser mejor.
CARLOS: Muy bien, sigue adelante. (Se abrazan y se despiden)
FIN
PABLO ALBERTO TORRES VILLAVICENCIO
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