Escribio J.L.B. “La cópula es al mundo lo que la palabra al enigma”.
Esta bella frase me ha inspirado una respetuosa ofrenda al amor carnal. No he buscado sensacionalismo ni herir susceptibilidades. Es sencillamente mi forma de ver las cosas y fundamentalmente sufrirlas. Esta advertencia puede considerarse pueril o nostalgiosamente pasada de hora, pero he advertido en algunas páginas que escribo, un desbalance a babor respecto a las creencias religiosas. No tengo nada contra ellas y entiendo y admiro el sentir de los devotos. Sencillamente que me considero un escritor, trato de hacer cultura con mis medios rudimentarios y sólo pido la imponderable comprensión del lector.

PLENITUD

Tus senos insinúan turgencia e insolencia de rosa. Insomnios ardientes y esperas desconsoladas han quedado atrás disueltos en la infinitud de Eros y su ventura.
Mi lengua y mandíbulas los hienden, cual bestias sueltas sometidas a la furia del predador. Labios que huelen a espuma y arena tibia, amasijo obsceno y sangre de gallo herido. Insolente puesta de sol. Tajo de justicia que cruza el rostro y lo alumbra con el instinto rastrero del deseo.
Tus pelos, río revuelto, complot de naranjas dulces, destilan un sudor ancestral, divino. Ambiciosa atribución de eternidad.
Ambos sexos, turbulencia de realidades cadenciosas, encienden nuestra vanidad. Me hueles, te huelo, te atrapo, te arqueas:
¡Más amor mío¡ Lo necesito, continuemos así…dulcifiquemos la muerte; demos tiempo a las llagas y el estrépito de los amantes. Mis manos hurgan entre tus alarmados abismos. Ojos turbios, perros abotonados ardientes de lujuria. Nalgas lábiles; tus gritos, tus uñas, flagelo de ahogos.Ayes y rugidos, padecimiento, gozo y angustia...el mundo suena a olvido.
Euforia que es delirio, llanto cómplice. Galería de enigmas que no se resuelven ni entorpecen el amor.
De pronto, sobre ti y a pesar mío, cuenco desbordado de lamentos suaves, sonríes. Tonto.
Por los cortinados sacudidos por la brisa entra el estimulante aroma de los jacintos. Temblorosas margaritas le confieren sentido a la larga espera de la ternura.
Todo retoma el viejo color de las ilusiones en flor.