and palm to palm is holy palmers kiss
Romeo and Juliet, William Shakespeare
Las manos tienen su propia identidad, como cualquier otra parte de la anatomia humana. Asi como hay narices fisgonas, frentes altivas y pies de plomo, las manos pueden ser firmes, quietas o limpias. Las hay rudas y regordetas, huesudas y frias. Pueden ser tan diversas como las formas de las nubes o como los estados de animo. Mis manos, hasta hace algunos dias, eran simplemente blancas, delgadas y largas, y sus unias cortas, si los dientes y las ansias no las atacaban a mordidas, lograban crecer un poco de cuando en cuando. Mi par de manos, como tantos otros pares, se secaba con el invierno y sudaba en verano. Nunca habian pensado en su personalidad, si eso posible, hasta que se encontraron con tus manos.
La primera vez que mis manos se miraron palma a palma con las tuyas sintieron un hormigueo sutil, seguido de una atraccion intensa. Mis manos reconocieron de inmediato la conexion de esas cuatro palmas que, con hebras transparentes, hila mis manos a las tuyas. Enseguida notaron con agrado que tus manos son casi de su mismo tamanio, tal vez un poco mas grandes, mas tercas y decididas. Pero cuando se dieron cuenta de que, al entrelazar esos veinte dedos, nuestras manos engarzan perfectamente, su alborozo fue total.
Mis manos te tocan. Se atreven a dejar la calma de las palmas para sentir la amplitud de tu cuerpo. Se estremecen en tu cercania. Mis dedos buscan los poros de tu piel para introducir en ellos frases hibridas que mezclan mi deseo con tu presencia. Mis palmas gritan todos sus secretos, murmullos a penas, que lamen tu desnudez. Tus manos tambien parten de las palmas para tocarme. Es un tacto generoso, suave y fragante: corre dulce y espeso, como la miel o el barniz. Tus manos dan lustre a mis contornos y pulen mis fisuras. Mis manos, despues de trazar historias sobre tu superficie mas profunda, despues de escribir palabras propias y ajenas sobre un teclado, buscan las tuyas. Tus manos, despues de construir objetos imaginados, despues de anclarlos a la realidad con madera y metal, buscan mis manos. Tus manos, despues de esmaltarme por completo, tambien buscan las mias.
Nuestras manos se buscan solas. Se buscan para asirse la una a la otra, para regresar al sosiego de las palmas. Al caminar juntos, de repente descubro que mi mano, con una voluntad propia sin titubeos, busca la tuya. Y, al andar las calles de esta ciudad, siento como tu mano tambien busca la mia. Al rozarse sutilmente los dedos, casi sin tocarse, se enredan, una en la otra, sin dificultad, como si siempre hubieran esperado a esa otra mano para entrelazarse asi. Nuestras manos encuentran juntas su justo acomodo.
Ahora, en compania de tus manos, las mias se sienten vivas, se sienten fuertes. Se piensan aves, ligeras y aereas. Manos felices y enamoradas, manos que besan tus manos, que se erizan con el toque de tus dedos. Mis manos sienten que florecen y hacen florecer a las tuyas. Ahora se han vuelto sensibles: sienten palpitar cada gota de sangre que las recorre por dentro, sienten todas sus particulas estar ahi, suspendiendo un suspiro, esperando a ser tomadas entre tus manos.
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