Red de Mentiras

10 de la noche y para variar soy llamado por uno de los entes bizarros de la noche con los que salgo, de prominente busto y poco sentido común pero muy hábil en el arte de la seducción, el problema es que su nombre es Gilberto y si pues es un hombre, salir con mi amigo significaba buscar y entregarse a los brazos de cualquier mujer dispuesta para el jugueteo cotidiano y obligatorio de los fines de semana. Si bien esa noche mis ánimos no eran de los mejores el que cuatro chicas nos estuvieran esperando opacaba los desánimos de cualquiera y te llevaba a jugársela por lo que te depara el destino.

Al llegar en el auto de Gilberto me baje del asiento de copiloto y pude observar que de entre las cuatro chicas paradas que nos esperaban sobresalía la del medio o sea ninguna, hasta que cruce miradas con la que llamaban Berenice, de sonrisa amplia y ojos achinados, su cabello totalmente lacio y medio castaño, de cuerpo pequeño pero bien formado, se veía mas hermosa de lo que realmente esperaba, desde mi punto de vista era la mas bonita del grupo por no decir que era la única bonita, aunque a favor de las demás debo mencionar que tenían otras virtudes tales como el sobre peso y el poco vocabulario.

Estas estaban acompañadas por tres terroristas de sus relaciones y lo digo de esa manera porque eran amigos de Gilberto y conocía muy bien como explotaban a sus parejas que obviamente no eran ellas, eso me hizo pensar que todo en la noche iba a terminar de lo peor.

Gilberto como es de costumbre empezó a llamar la atención de las chicas con sus característicos mimos y ademanes que hacen de el una persona inolvidable para las mujeres y detestable para los hombres, para mi pesar dentro de los cuatro terroristas estaba un integrante nada esperado y que esperaba nunca volver a ver, era Takamure un japonés que se le conocía como de correa excesivamente ligera pues en cualquier inesperado momento este era capaz de bajarse el pantalón para tener relaciones con la chica que le gustaba aunque ella no este enterada de sus intenciones, no sepa de su existencia, este dormida, comiendo, llorando o en misa, eso a el no le importaba, pero como ese día hacia frió como para bajarse los pantalones dude que lo hiciera.

Al hablar con Berenice me pareció inicialmente que su fuerte no era la conversación pues no hablaba mucho y parecía desconocer de los temas que conversabamos, hasta que tomo su tercer shot tekila, a partir de ese momento su personalidad cambio pues ya no hablaba nada, simplemente se reía con lo ojos desorbitados es decir empeoro, lo que si era bastante agradable en Berenice era que cuando tomaba despertaba en ella unas incontenibles ansias por tocar a los chicos esto lo pude comprobar al ver que tocaba a Gilberto en sus pechos talvez por admiración o por curiosidad pues este los tenia bastante creciditos.

-Son de verdad-preguntaba Berenice
-herencia familiar- aclaraba Gilberto totalmente sonrojado

Tekilas van tekilas vienen y la competencia por Berenice ya era desleal, cualquier arma o estrategia estaba autorizada, para Gilberto y para mi las demás chicas no existían. En un momento de la noche cuando todos estábamos subidos de copas me di cuenta y acepte que Gilberto había logrado la atención de Berenice y decidí hacerme a un lado y seguir bebiendo, esperando que el trago me de el valor, el coraje y sobretodo la ceguera necesaria para poder incursionar en otra chica, lamentablemente esto no funciono pues la que me interesaba era Berenice y las demás no me atraían para nada.

Takamure en uno de sus grandes intentos acerco su mano derecha hacia la correa de su pantalón pensando que era el momento adecuado para lanzarse sobre su presa que era la más gordita del grupo, a pesar de que en esos momentos todos hablábamos de política, felizmente no lo hizo y probablemente decidió hacerlo en otra oportunidad.

Pasadas las horas Gilberto y Berenice deciden dar el primer paso, bueno en realidad lo hizo mi amigo:
-Me gustas mucho Berenice-dice Gilberto
-Soy casada Gilberto-aclara ella casi pegada a los labios de Gilberto

Este comentario no mejoro mucho la situación pues Gilberto empezó a tomar bocanadas de tekila sin mesura o control alguno, pues se había dado cuenta que la situación se le iba de las manos e iba a ser difícil que pasara algo entre ella y el, hable con el tratando de convencerlo que el que fuera casada no importaba, pues para mi aun tenia oportunidades, solo debia controlarse y dejar de beber tanto, este me respondió con un terrible vomito seguido de un posterior
-Uy se me salio!

Lo lleve al auto para que este descansara pero empezó ya no a tomar tekila sino cerveza, para el debo aceptar era un gran avancé.

Se me acerco una de las chicas a la que le decían Shatira ojo no confundir con la cantante Shakira, la chica no me pareció muy atractiva, se me insinuaba escandalosamente delante de todos pero decidí no hacerle caso a pesar de enterarme en el transcurso de la reunión que le decían shatira por que era chata y tira, pero no era mi tipo.

Me acerque a Berenice mientras Gilberto dormía y le pedí su teléfono, ella me los dio con gran facilidad, instante en el cual Gilberto se despertó y se dio cuenta que hablaba con ella, este corrió hacia nosotros y me empujo de manera violenta contra el carro, jalando a Berenice, ambos se fueron a conversare en una esquina.

Solo alcance escuchar que Gilberto gritaba
-PERO YO TE AMO! YO TE AMO BERENICE! COMO ME PUEDES HACER ESTO DESPUES DE TODO LO QUE HEMOS VIVIDO, NO ME HAGAS ESTO BERENICE!,

Realmente mi amigo había tomado demasiado pues recien la conocía ese día, me dirigia al carro cuando sentí que me empujaban nuevamente pero esta vez si me estrelle estrepitosamente, casi al punto de desmayarme por el impacto, era nuevamente Gilberto que me culpaba de la negatividad de Berenice, en ese momento les pedí, implore y rogué ayuda a los demás, pero takamure tenia los brazos alzados y el pantalón abajo, era su momento el momento takamure mientras una de las chicas la mas gordita se tapaba los ojos gritando
-que horror! que horror! su calzoncillo esta sucio!-
Shatira era contenida por otra amiga para que no se lanzara contra Takamure, talvez shatira quería pegarle o hacerle el amor, la cuarta amiga yacía vomitando en el carro no se si por el licor o por la escena que representaba takamure, esto era realmente una escena de cine porno pero con bastante acción.

Dos de los terroristas, los mas sobrios trataban de contener a Gilberto para que no me diera la golpiza de mi vida, eres un traidor! me gritaba repetidamente Gilberto, escasamente lograba evadir los golpes, patadas y vómitos que este lanzaba. En un momento de mi huida vi como uno de los terroristas se acercaba a Gilberto y le recordaba que Berenice era casada pero como respuesta recibió un contundente cabezazo en la nariz, que le hizo volar su peluquín, momento histórico en el cual todos nos enteramos de su prematura calvicie, debo recalcar que no volvimos a ver a ese terrorista, el otro amigo terrorista no se quiso meter, probablemente por miedo a salir lastimado a su vez Berenice recibía una llamada de su esposo a quien trataba de convencer que no podía bajar el volumen de su televisor tratando de excusar el tremendo escándalo del que éramos actores, así que tuve que tomar cartas en el asunto y me acerque cautelosamente a Gilberto y le aplique una llave de asfixia, sentí como lentamente Gilberto dejaba de moverse, de respirar y felizmente de vomitar, uno de los terroristas empezó a gritar
-DEJALO ESTA AZUL MUY AZUL!- para después empezar a gritar -YA ESTA MORADO!-

El que había recibido el cabezazo en la nariz también me gritaba mientras buscaba su peluquín
-LO EAS DADANDO, LO EAS DADANDO, tiempo después cuentan que lo vieron sin peluquín y aclaro que en ese momento quiso decir- lo estas matando! lo estas matando- ojo que no era gago sino que a partir del golpe quedo así.

Una vez dormido o desmayado Gilberto me percate como takamure hacia su segundo intento con la chica que estaba vomitando en el carro, el tener el pantalón abajo no le daba la movilidad necesaria pero si la suficiente como para que la chica lo viera y vuelva a vomitar.

Cargamos a Gilberto y subimos todos al carro el cual yo maneje, durante la ruta de regreso shatira se me acerco desde el asiento trasero y me pidió mis datos los cuales me negué a darle pues pude percatarme por el espejo retrovisor como ella con una mano me hacia caricias y con la otra tocaba el miembro de Takamure quien continuaba con el pantalón abajo y con los brazos arriba pero esta vez en señal de victoria, solo me quedaba pasarle el papel higienico, despertó Gilberto miro a Berenice y le dijo
-Hola preciosa mi nombre es Gilberto como te llamas?

Deje a todos en su casa y decidí no volver a ver nunca mas a nadie de ese grupo pero poco después tuve un corto affaire con shatira pero eso ya es otro cuento.