La dama tenía
Un sombrero blanco
Justo en primavera
Traía la flor otro pétalo
Y su fresca esencia
Llenaba de rocío
El sabroso polen
Contenido en sus besos
Sus mariposas traviesas
Bajo el vestido
La dama tenía sueños
Las cintas de su sombrero
Bailaban
Sus pies graciosos
Sonreían
Siempre en primavera
Caminaba entre los nidos
La miel de su alma
Atraía a las abejas,
La punta de sus dedos
Acariciaba el viento
Siempre a la dama
Un destello le mecía
Las delgadas fibras
Bajo el sombrero
Siempre la dama
Alimentando un sueño
Un helecho en sus curvas
Seguro, creciendo
Quitando el sombrero blanco
Entrando en sus pensamientos
Las purezas vivas
Ansiosas, frescas
Una canción decorando el sereno
La protección necesaria
Para quitar esa corona blanca
Cubrir su rostro de suspiros intensos
Justo en primavera
La dama de sombrero
Veía a la realidad durmiendo
Y ella se vestía de ocaso
Se arropaba del ábrego
Esperaba que el sol le avisara
Que podía salir de nuevo
La dama no dejaba de soñar
Bajo su propio sueño...