Mi querida amiga,
te escribo este poema con mi sangre destilada
por tus venas, para decirte, si acaso no lo sabes,
que no es amor aquello que yo siento,
sino el sentirme perdido si no existes,
hundido sin tus brazos,
cadáver sin tu vida.
Mi querida amiga,
te lanzo este suspiro con mis lágrimas vertidas
por tu ausencia, para que sepas, si aún no lo intuiste,
que me estás entrando dentro, que me envuelves
con tu nombre, tu llanto y tu sonrisa.
Mi querida amiga,
no es que me despida, tan solo
un "hasta luego" te dejo en la mesilla,
para poder vivir, mañana, en tu esperanza.
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