Carlos Santillán tiene 34 años, de los cuales apenas si trabajo uno; sin estudios ni profesión dice ser un hombre muy ocupado. Su tarea diaria consiste en abordar un micro y bajar dónde le manden, saltar y cantar, mucho bochinche después los choris o el asado, pegar carteles y en alguna que otra ocasión fajar algún fulano irrespetuoso que no se acople a las ideas de sus padrinos ocasionales. Carlos vivió la vida de joda, mucha cerveza, buena pachanga, vagear de noche y torrar de día. Nunca le intereso la política radicalmente, tampoco ningún ideal filosófico ni mundano, un tipo muy liberal este Carlos padre de 5 hijos de los cuales el de 16 ya esta preso en Comisaría y el de 14 en un Hogar de Menores en Riesgo. A Carlos lo banca el Gobierno, primero fue el plan trabajar, después el de sostén de familia numerosa y ahora el de ayuda al desocupado.

Mariano Castro tiene 36 años, de los cuales trabajó 28, desde repartidor de escobas y vendedor de diarios a los 7 hasta su actual trabajo como chofer de ambulancias. Mariano trabaja en el Hospital Público de seis de la mañana a seis de la tarde, con apenas 20 minutos de descanso ingresa al Instituto Terciario donde cursa el último año de Profesorado en Historia. A Mariano lo apasionan la política, la filosofía y sobre todo la literatura de los escritores rusos. Mariano vivió una vida muy sacrificada, terminó el secundario de noche mientras de día trabajaba en una metalúrgica, poco alcohol, aunque es amante del buen vino tinto, una que otra noche de baile y apenas cuatro o cinco horas de descanso, sobre todo cuando noviaba con Laura y el tiempo sencillamente no le alcanzaba. A Mariano nunca lo banco nadie, huérfano de padre y madre, sostén de un hermano mas chico y ahora padre de un niño de seis años.

Carlos Santillán esta exultante, esta noche corre el vino y se tira un cordero a las brasas, es que la Claudia salió seleccionada en el Plan de Vivienda Federal. Aunque ellos ya tienen vivienda propia, regalo del Municipio para que dejen de usurpar la casa de la madre de un respetable funcionario público y entre otras cosas para aplacar a los vecinos de los sinfines de problemas que la familia Santillán ocasionaba en el barrio. Pero como entre la Claudia y el no existen papeles, ni libretas ni nada, el estado los benefició con una nueva vivienda que ya se la alquilaron en $ 200 al Rafa, hermano menor de la Claudia y discípulo en el camino de la buena vida viejita, como le gusta decir al Carlos.

Mariano Castro está depresivo, esta noche otra vez agua, arroz y papas, es que ahorraron tanto, hicieron tantos esfuerzos para la entrega a la inmobiliaria y ahora le salen con que el alquiler subió un veinte por ciento y que un mes mas en comodato y la misma vuelta de siempre para escalar de una casita en Haedo a un dos ambientes en Caballito mas cerca del trabajo de ambos. Del Banco Hipotecario ni hablar, si casi los sacan a patadas, con los dos recibos de sueldo que sumaban $ 3800 apenas si les prestaban $10.000, ni para la entrega de un terrenito en Luján. Eso que Laura no tiene sábados ni domingos en el peaje de la Autopista, y que encontraron una guardería cercana para evitarse el sueldo de la niñera de su hijo.

_¡¡Te dije que el presi gobierna para todos fierita!! ¡¡Viva la Argentina carajo!! Un país que le da chances a todo el mundo, che.
Grita Carlos, frenético y alcoholizado.