El MiOrEx.

1. Las horas después al MiOrEx.

Susan y sus amigos salieron de la salas holográficas comentando las peliculas que habían visto cada uno de ellos.
El ambiente en la calle estaba tranquilo, la noche calurosa invitaba a los seis a dar un paseo hasta sus viviendas.
Fueron llegando a cada una de ellas y despidiéndose hasta el día siguiente, se fueron acomodando poco a poco en sus respectivas camas, tratando de conciliar el sueño.
Un sueño que les traería una sorpresa, una sorpresa que en verdad ninguno se había pensado, porque no debía de ser, sin embargo, con la versión E del MiOrEx, aquella pesadilla era posible que habitara en sus mentes.
Según iban entrando en el primer sueño, las imágenes impactantes de cada una de las peliculas que habían visionado, se iban reproduciendo con tál exactitud, que parecía cómo si estuvieran conectados todavía al simulador en sí.
Susan se despertó sobresaltada, sudando, creyendo que el mar se la tragaba, las olas gigantes se reproducían en su mente amenazadoras, los tiburones rodeaban la pequeña embarcación, ésta se balanceaba peligrosamente hacía ambos lados cómo si fuera un balancín, haciendo que Susan se encontrara en medio de todo aquello de nuevo.
Su novio Charles, estaba experimentando algo parecido a lo de ella, pero con la salvedad, de que él era el que se encontraba al timón de la embarcación, tratando de que ésta no volcara y evitando el empuje fontal de las olas.
Charles se veía allí, pero en la película no era quién conducía aquella embarcación, al igual que Susan, ambos lo estaban viviendo cómo si fueran los protagonistas en verdad.
El MiOrEx había traspolado a los personajes de la historia y ahora ellos eran los que estaban en el celuloide.
No podían dejar de pensar que se encontraban en verdad allí, esas imágenes eran reales, no se iban, no desaparecían de sus mentes.
¿ Pero ellos estaban en sus camas ó no ?, ¿ estaban en su casas al menos ?.
Susan abriendo de par en par sus ojos, palpo primero en la oscuridad las sabanas que había bajo la misma, ¡ sí estaba en su cama, en su casa ! , pero si cerraba los ojos, sólo se veía en ese bravo mar, en esa embarcación y con Charles al timón de la misma.
Susan se preguntaba el por qué de todo aquello, las versiones que probara anteriores a la versión E, nunca produjeron en ella nada parecido a lo que estaba viviendo ahora mismo.
¿ Qué tenía aquella nueva versión de diferente a las anteriores, que era capaz de retorcar las imágenes de la película de esa forma, haciendo que ellos fueran los que en verdad vivieran el momento desde ese lado ?.
Una versión que según el anuncio que había en las salas holográficas, daba a entender que era la última evolución de aquél simulador virtual.
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Charles se levantó de la cama, a tientas casi cogió el auricular del teléfono y llamó a Susan.
Quería saber si ella estaba viviendo lo mismo que él.
Susan no contestaba a la llamada.
Charles no sabía que hacer, no quería cerrar los ojos, porque las imágenes eran cada vez más pronunciadas, cuanto más los cerraba, más larga era la exposición de las mismas, más real parecía todo.
Charles se preguntaba que es lo que estaría pasando con el resto de sus otros amigos.
Recordaba que dos de ellos se introdujeron en la sala 2, una película un tanto terrorifica, en la cual, unos laboratorios clandestinos hacían experimentos secretos.
¿ Pero con quién los hacían ?.
Si era con las personas, sus amigos estarían experimentando algo dantesco y escalofriante seguramente.
¿ Cómo era posible que aquella versión del simulador, pudiera hacer lo que estaba haciendo con todos ellos ?.
La culpa sin duda alguna, estaba en el programa de limpieza de imágenes, no había funcionado correctamente.
El programa de limpieza de imágenes, borraba todo rastro de la mente de cada una de las escenas de la pelicula en sí.
Las versiones hasta la versión E, funcionaron en ese sentido perfectamente, pero en la versión más sofisticada de todas, ¿ cómo era posible que no funcionara ?.
Aparte de eso, ellos verían las escenas desde la perspectiva del espectador que sería lo más lógico, pero en vez de eso, el simulador los había trasladado a las escenas, ¿ por qué ?.
No entendía nada de nada, sólo sabía que no podía dormir, que no podía cerrar los ojos, estaba muerto de sueño, cansado, y sin embargo, no podía hacer nada más que mantenerse despierto y con sus ojos bien abiertos.
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Las salas holográficas seguían las proyecciones de las películas como si no pasara nada anormal, después de cada sesión, los espectadores desalojaban las mismas, al igual que hicieron Charles y sus amigos.
Otra de las muchas preguntas que se hacía era: '¿ Los demás espectadores tenían las mismas visiones de la escenas que Yó estoy teniendo ahora ?' ...
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Entre medias de todos esos pensamientos, preguntas y dudas, el teléfono sonó en su habitación, Charles cogiendo el auricular, respondió a la llamada:' Digame'.
Era Susan, había visto la llamada perdida de Charles.
'Charles, estoy muy asustada, no puedo cerrar los ojos, no paro de ver las escenas de la pelicula que hemos visto esta noche, me voy a volver loca si no descanso un poco, ven a mi casa cuando puedas, por favor'.
'Susan, Yó estoy viviendo las mismas escenas que Tú, no puedo dormir tampoco, estoy muerto de sueño, pero me da miedo cerrar los ojos y encontrarme en medio de ese mar de pesadilla, aún así, trataré de acercarme a tu casa'.
'Gracias Charles, te quiero'.
'Yo también te quiero Susan, hasta ahora'.
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Charles se preparó y salió en dirección a la casa de Susan.
Iba dando tumbos por la calle, se le cerraban los ojos, pero Charles los trataba de abrir de nuevo.
Era una pesadilla horrible, tener sueño, estar cansado, poder cerrar los ojos era la solución para dicho cansancio y sin embargo, tratar de mantenerlos abiertos era la otra solución, para no presenciar las escenas de la pelicula en cuestión.
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A través de los rayos ultravioletas que el MiOrEx dejaba al descubierto al empezar y finalizar una sesión, se podía vislumbrar a los protagonistas reales de cada una de las peliculas, se quedaban sentados en las butacas, en las mismas butacas en las cuales los seis se sentaron el día del estreno ...
¿ Qué hacían allí, por qué el MiOrEx hacía que salieran del celuloide e introducía a los espectadores en su lugar ?
¿ Acaso se había trastocado tanto la versión E, que era capaz de cambiar de esa manera todo ?
¿ Venía de la misma fabrica que las versiones anteriores ?
Cuántas preguntas, cuántas incognitas que aún no habían sido descubiertas, ni siquiera por aquellos que acquirieron el mayor avance en cine de todos los tiempos.
Los seis amigos, así cómo, todos los espectadores que se sometieron a las sesiones del MiOrEx tendrían una ocupación muy especial, buscar una solución a su pesadilla, una pesadilla, cada vez más real, cada vez más destructiva ...

Escrito por Carlos Them

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