El diario de Bárbara.

2. La Bolera.

La primera parte de aquél lunes en el instituto, fué realmente para quedarse dormida.
Bárbara estaba dibujando en su cuarderno margaritas, mientras La señorita Soley, trataba de explicar una teoría sobre la re-contruccción de ruinas antiguas.
Llegada la hora del descanso, Bárbara se reunió en el bar del instituto con sus compañeros.
Jorge, cogiéndo una pajita, la dejó caer en su vaso de Cola y comenzando a beber desde la misma, se sentó muy cerca de Bárbara.
El resto del grupo se reunió con ellos.
Alicia, una de las miembras más activas, comentó que la gustaría hacer algo especial y diferente a lo habitual. Estaba cansada de acampadas y discos.
Bárbara había tenido una idea, que haría que brillaran los ojos de todos los miembros, de forma especial. Hizo alusión a un lugar al que ninguno de ellos había ido nunca antes.
Alicia dijo: "¡ Hey, me parece una buena idea !. Yó nunca he estado en una bolera. Podría ser divertido".
Jorge añadió:" creo que aparte de divertido, aprenderemos algo nuevo, un deporte que seguro nos gustará a todos".
Todo el grupo votó a favor de ir a la bolera.
Diana preguntó a Bárbara: "¿ Cómo se te ocurrió la idea de la bolera ?. Es sencillamente genial".
Bárbara la respondió: "Todos los días, paso por delante de su puerta y me quedo mirando, pensando si algún día podré entrar y disfrutar, una partida con alguien".
Diana se la quedó mirando y la respondió: "Pues creo mi querida amiga, que has encontrado la manera de disfrutar de esa partida".
Bárbara dijo sonriendo: "Si, creo que la he encontrado. Aunque habrá que esperar hasta el sábado para que llegue ese momento.".

---------------

El grupo empezó a ahorrar durante el resto de semana que quedaba, para conseguir el dinero suficiente, que les permitiría, alquilar el calzado reglamentario, comprar tiempo de juego y las bebidas que consumirían en el local.
Todos estaban deseando que llegara el día, para estrenarse lanzando la bola y conseguir tirar el mayor número de bolos posibles por partida.
Ya estaban incluso creando los equipos con los que se embarcarían en su nueva experiencia.

--------------

Por fín llegó el sábado, el día señalado para realizar ese evento que tanto habían estado deseando durante estos días pasados.
Diana, fué a buscar a Bárbara a su casa. Jorge fué a buscar a Alicia y David.
Y así uno a uno, todos los miembros del grupo, se fueron buscando unos a otros para llegar juntos a la puerta de la bolera.
Una véz, que todos estaban en la misma, fueron entrando.
Trás esperar una corta cola, alquilaron el calzado, reservaron el tiempo de juego y solicitaron sus primeros refrescos.
Una véz preparados, pasaron al salón dónde estaban los largos pasillos, que terminaban en los distintos triángulos formados por los bolos, esperando estos, ser derribados por las pesadas bolas que rodarían hasta los mismos, con su sonido tan particular.
Bárbara fué la primera, la dejaron ese privilegio, por ser la que tuvo la idea.
Además, Diana comentó el deseo que Bárbara tenía de hacer una tirada cada día que pasaba por la puerta de la bolera.
Todos asintieron, que Bárbara debía en ese caso ser la primera, en abrir la sesión.
Hizo el lanzamiento, la bola fué directamente al centro del triángulo.
Bárbara había conseguido abatir el mayor número de bolos (quedaron tres solamente en pie).
Todos aplaudieron esa primera tirada con entusiasmo.
Jorge besó a Bárbara en su mejilla, Bárbara cerró los ojos y disfrutó aquél beso de Jorge con una cierta intimidad.
Fué un beso tan dulce, que Bárbara lo escribiría en su diario con su stick especial sin ninguna duda en letras mayúsculas.
Las tiradas y las partidas fueron sucediendose, el tiempo de juego pasaba sin darse cuenta, todos estaban disfrutando aquél sábado, un día muy especial, algo nuevo, fresco y dinámico, llenaba su tiempo en aquella tarde, algo que ninguno olvidaría, es más, todos decían en volver a la bolera otro día.
La experiencia que estaban teniendo, fué superior a lo que todos imaginaban, una experiencia que desde luego, nada tenía que ver con lo que hasta ahora habían hecho.
Bárbara escribiría mucho sobre este sábado, estudiaba a cada uno de sus amigos con lupa, saboreando que su idea hiciera tan deliciosamente dichosos, a todos y cada uno de éllos.

Escrito por Carlos Them

© Copyright Carlos Them 2007. Todos los Derechos Reservados. All Rights Reserved.