Solo un resplandor fugáz me podra decir quien soy un sol naciente de lo incierto una mirada lúgubre de un muerto Alcanzo el augurio de el alba para inventarme una esperanza que cultive el sosiego de esta alma encarnada Sonrisas del infierno tan cínicas como su incinerante fuego doblegan el asombro del guerrero cuando en su mundo lo han de doblegar Versos escritos con sangre son la pureza de fatalidad el vino que abruma mis ojos la belleza de la soledad Espero del lector que comprenda el sin-sentido de este delirio anónimo ingenuo sería creer que es el mío y no el de un demonio
Texto agregado el 11-08-2009, y leído por 116 visitantes. (0 votos)