Azúcar al gusto


Diálogos entorpecidos alrededor de un café,
se ahogan las gargantas insatisfechas
entre el humo itinerante del cigarrillo
y el mal aliento de los que vociferan, intrusos.

Las miradas se distraen al instante,
y reposan sobre los pechos y los glúteos de la niña
que desfila con la charola semillena de sueños
dulces y amargos de valor monetario.

Todos hablan de todo, nadie le deja espacio al no saber,
el vocabulario viola las reglas católicas
que a su alrededor disponen los curas desde sus imperios,
pero ya es tarde, a nadie le importa.

Fundidos, inconclusos pasajeros se desnudan…
ideas liquidas acompañan el viaje del extinguido cigarrillo.
Sillon viejo, que acaparas el tentado trasero de la niña deseada,
eres el ganador de este conflicto intelectual.