Tal parece que nada sucede; las manos siempre torpes y secas mueren, agonizan…duermen. Para que sentir o fingir si de nada sirve, pues las lagrimas emigraron y tan solo quedo esos ojos secos y tercos; insensibles y ajenos.
Los zapatos viejos gritan…te nombran; el eco se extingue como lo poco que queda de mi, de ti, de este frito recuerdo, de esos escasos consuelos.
La verdad ya no se vive, solo se respira, se añora, se mendiga una pizca de abrigo, un poco de vida.
Y aquí el escritor brinda, su obra esta totalmente desecha, los títeres gimen, sufren, palidecen y las páginas sucias se contraen, se multiplican; la última palabra no ha sido dicha, la gehena será su condena. Tortura y placer…nada mas que eso; él decidió, ellos pagan.