Roja gota de rocío, me circulas dentro y lenta,
mezclada con la esencia que me hace vivo;
Mas no eres mi sangre, si no agua:
Esa tan preciosa y tan salada
que nunca se ha llovido.

De nadie,
como lágrima nacida de la bruma
eres presa únicamente del aire.
Dibujada de espuma en los mares
formas parte de un tesoro escondido
bajo una equis de piratas
que donde se guarda, solo tú sabes.

Suave me matas, cuando te imagino.

Desde el interior me navegas el pensamiento
y me atas a tu estela de tiempo.
A toda vela de esperas,
con toda la fuerza que siento
entre latido y latido;
A toda velocidad de un momento
- que nunca llega, - en su eterno navegar…

…Y solo quedan, en los oscuros ojos
imágenes mías por mirar
y tormentos propios por los días perdidos
que podía haber vivido - contigo -
y que ya no sé donde fueron a parar…

Suave, se escapa el alma con un suspiro
y sin ti, se aleja del cuerpo
dejando vacío mi imaginario Mundo-Mar
desolado de agua salada y yo más muerto que vivo
convertido en perpetua estatua de sal.

Suave me matas, por fuera y por dentro.
Suave se me hace el infierno frente a tu olvido.
Suave me muero si no te respiro.
Suave, se muere el tiempo de tanto esperar.