1. Un caballo con sorpresas.

Alaida, se levantó temprano y fué directamente al establo dónde se encontraba su nuevo amigo.
Éste estaba despierto y con ganas de salir a dar un vuelta. La herida iba mejorando.
Alaida abrió la puerta dónde se encontraba Capricho y permitió que el mismo saliera.
El día acompañaba a tal paseo, Alaida miró a Capricho directamente a los ojos y sin decir mucho más, trató de subir sobre los lomos del mismo.
Capricho no puso objección alguna a ello, permitió que Alaida lo montara, comenzando éste con serenidad a caminar lejos del rancho.
Parecía que sabía dónde quería ir. Alaida no hizo pregunta alguna. Se dejó llevar por éste.
Se introdujo por un sendero, y al poco tiempo, empezó a galopar más rápido.
Alaida se agarró a las riendas y soportó el galope del pura sangre con destreza.
Capricho llegó a la entrada de un rancho, un rancho que Alaida no había visto en la vida.
¿ Cuánto tiempo había galopado ?, ¿ Dónde se encontraba ?.
Nada de lo que la rodeaba le era conocido, parecían otras tierras, el suelo era de un color diferente y la naturaleza que la rodeaba no tenía nada que ver con lo que había cerca del rancho dónde ésta vivia.
¿ Por qué Capricho la traería hasta este lugar ?.
Capricho permanecía parado frente a aquél rancho.
Parecía cómo si quisiera pasar, acceder al interior del éste, tál vez, era el rancho de dónde procedía cuando Alaida lo encontró el día anterior.
Alaida desmontó, se acercó a la puerta que cercaba la finca y abrió ésta última.
Capricho sin pensarsélo mucho, entró en el recinto del rancho.
Cómo Alaida tardaba un poco en reaccionar, no sabiendo si seguirle ó no, Capricho relinchó al tiempo que giraba la cabeza hacía ésta.
Alaida pasó y cerrando la puerta trás de sí, se colocó a la altura de la cabeza de Capricho.
Éste la miró de nuevo, cómo si quisiera tranquilizarla y empezó a moverse en dirección al establo.
Una vez estuvo a la altura de la entrada de éste, relinchó de nuevo para que Alaida abriera la puerta, permitiéndole entrar en el interior del mismo.
Se dirigió a una de las cuadras, la número veinticinco, una cuadra vacía, en la cabecera de la puerta, se podía leer: 'Rayo Fugaz'.
Alaida se dió cuenta de todo, aquella era la cuadra de Capricho, su nombre real era ese: 'Rayo Fugaz' y no era un pura sangre salvaje, era un caballo de carreras, cómo los que su padre tenía en su rancho.
'Bueno, Rayo Fugaz, créo que has vuelto a casa de nuevo, este es tu hogar y tienes un dueño'. Dijo Alaida un tanto triste.
Capricho, movió la cabeza cómo si fuera una negación, por lo visto, no era lo que creía haber descubierto Alaida, había algo más en todo aquél asunto.
Un asunto que haría a Alaida entrar en un juego peligroso, un juego dónde el dinero y el poder tenían su fuerza.
Por alguna razón Capricho había huído de aquél rancho, Alaida estaba convencida de ello, por la herida en su lomo y por la forma en que apareció tan misteriosamente.
Capricho la llevó de nuevo al lugar de dónde escapó por alguna extraña razón, que todavía ésta desconocía, pero que tenía que ver con aquella cuadra, y con un caballo llamado 'Rayo Fugaz'.

Escrito por Carlos Them

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