Historias de una Casa Encantada.

3. Abigail.

Marcus abrió la puerta de la estancia dónde encontró el cuadro y la volvió a cerrar.
Fué en dirección a la habitación dónde se supone se encontraba su hermana, necesitaba contarla lo que había vivido hacía apenas unos minutos.
Su hermana se encontraba sentada en una silla, frente a una mesa de campaña, tenía una hoja de papel en su manos, parecía estar leyendo dicha hoja.
Marcus dijo: '¡ Agatha, Agatha, he visto un fantasma, le besé y me atravesó ! '.
Agatha levantó los ojos del papel y le contestó: 'Yó he visto un hombre sentado en esta silla, escribiendo en este trozo de papel'.
Marcus se acercó y leyó el papel sujeto por las manos de su hermana.
Una vez lo leyó, preguntó; '¿ Quién es Abigail ?. ¿ Tal véz la joven del traje azul cielo que ví antes ?.'
En ese momento, se oscureció la estancia y ante ellos apareció una mujer vestida con un costoso traje de color negro.
Agatha y Marcus, se quedaron paralizados, por la oscuridad y por la mujer que les miraba de una forma muy extraña.
Se acercó a la mesa, cogió la pluma, mojó la misma en el tintero y escribió: 'Yo soy Abigail'.
Entregó el papel a Marcus, levantó su mano y la paso por el rostro de éste.
El frio llegaba de nuevo para él, su mejilla sintió el hielo de la mano de aquella mujer, llamada según ella, Abigail.
Marcus, preguntó: '¿ Quién es la joven del vestido azul cielo ?'
Abigail cogió otra hoja de papel, escribiendo algo en ella, se la entregó a Marcus de nuevo: 'Olvidate de ella, no es para tí, está reservada a un hombre, ambos murieron hace mucho tiempo, pero Annie no sabe que está muerta, cree que aún vive y busca a su prometido, ten cuidado con no enamorarte de ella, es muy hermosa, pero es un fantasma, como yó'.
Después escribió algo más en otro papel y se lo entregó en esta ocasión a Agatha: '¿ Por qué estaís aquí ?. Esta casa no es para vosotros, sólo viven los recuerdos en ella, recuerdos que pueden perturbar y poner en peligro vuestra vida. Aquí no hay nada para los que aún estáis en ese lado. No abrais más habitaciones, cada una, tiene un misterio que nunca sereis capaces de entender. Pero si las abris, tened cuidado con la última habitación de este pasillo. Allí se percibe el mal, Yó no voy nunca a esa estancia, no me gusta lo que hay en ella'.
Agatha preguntÓ: 'Quién era el hombre que estaba sentado antes aquí ?'.
Abigail sonrió un poco, tomó una hoja más y escribió en la misma: 'Mi marido John, siempre me escribe una carta ...'.
Después de ello, Abigail, empezó a desvanecerse, la claridad volvió gradualmente a la estancia.
Marcus preguntó: '¿ En que habitación dormiremos esta noche Agatha ?, seguro que todas tienen un fantasma, como dijo Abigail ....'.

Escrito por Carlos Them

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