Para la porteñita de una noche que me dejó una foto de carnet con un "Ti amo", Julio 27 y Santiago de Cali y me dijo que le encantan los poemas cursis.

En el fértil vergel de los amores
un milagro de paz mi Dios me hizo
y en tus labios, jardín del paraíso,
fueron tus dulces besos como flores
fragantes del jardín de los ardores
de nuestra plenitud.

Así es la juventud,
jardín de flores
que lucen sus colores
perfuman y se van.

Aún percibo el aroma de tu cuerpo
impregnando las colchas de mi cama
y tu perfume tenue que aún me inflama
evocando en mi cuarto con desvelo
la noche que volamos hasta el cielo
en la nave nocturna de los brazos
contemplando el placer en tus ojazos
pero este no es de aquellos casos
de las aves de paso
que entonan sus canciones
y vuelan y se van.

Tus labios que aún están
abrasando mi boca,
mi porteñita loca,
milagro de una noche
piba de Bariloche,
sé bien que volverán.