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2 de octubre

¿No se olvida?


Recorrer la unidad habitacional Tlatelolco siempre deja una bóveda llena de nostalgia. Sus construcciones son lugares fríos y oscuros, como aquellos edificios nocturnos donde El bebé de Rose Mary dejaba ver una forma diabólica poco conocida. Desde que recuerdo, Tlatelolco me espanta y sus muertos nunca se van.
Mucho se habla sobre el 2 de octubre y la matanza. Cada año se hacen mesas de discusión en las mismas televisoras que formaron parte de la ignominia, las que pretenden dar una cara de país consciente, que no olvida, que se conduele de aquellos días. Lo cierto es que hace ya muchas generaciones se perdió el interés por comprender lo que ocurrió (por no decir lo que verdaderamente ocurrió).

Pocas veces en México se echa mano del cine o la televisión para mostrar una realidad. Películas como El Bulto, Los Olvidados, El Violín, Los Albañiles o Rojo Amanecer tienen su importancia no en la forma técnica de hacer cine, sino en la apuesta por develar puntos incómodos de la interacción social y hacerlo, además, de una manera ingeniosa.
Rojo Amanecer (un titulo más literal no pudo haber) es relato de aquel día. El filme transcurre, en su totalidad, dentro de un departamento del edificio Chihuahua frente a la Plaza de las Tres Culturas donde, bien analizado, una familia de clase media; padre, madre, estudiantes universitarios, un niño, la adolescente y un abuelo exmilitar, son la representación de los sectores que a nivel general hicieron posible el movimiento.

En La noche de Tlatelolco (Era, 1971) Elena Poniatowska reúne una fuente muy importante (ahora confiable) de testimonios del antes y después de la matanza, en el se siente la incertidumbre de padres, alumnos, soldados y todos aquellos que vivieron el espanto de la muerte indigna.
Oscar Chávez grabó un memorial lírico de dos volúmenes; México 68. En estos discos, con letras originales, reales y bastante ingeniosas, se denuncia abiertamente a los responsables directos e indirectos de la masacre, cuenta también con un testimonio real en la voz de la gran Ofelia Medina que seguido de Eugenia León, toca fibras que creímos olvidar como sociedad.

La Plaza de las Tres Culturas ha sido testigo de dos grandes matanzas en nuestra historia; la primera en los tiempos de Cortés y la segunda en los de Díaz Ordaz, ambas marcadas por el bestialismo y los símbolos religiosos-políticos. En las dos hubo una emboscada, hubo inocencia, hubo terror. Desde el edificio 2 de abril se puede observar la parte más monstruosa de la iglesia de Santiago Tlatelolco, el recoveco donde se escondió tanta gente que, al no poder entrar al templo en busca de refugio, llegó a la trinchera que acabo por convertirse en su calabozo. Desde ahí se ve también, cada 2 de octubre por la noche, un campo de veladoras y flores (aunque cada vez menos) que difícilmente se puede explicar.

Nada de lo que pueda dar testimonio de aquellas noches es exagerado, no importa que Rojo Amanecer parezca demasiado cruda o que las letras de Oscar Chávez sean escandalosas, que la obra Conmemorantes de Carballido sea acusada de metafísica o que hablen mal del libro de Poniatowska por que su hermano realmente no murió en la matanza. Lo lamentable es que todo esto va formando parte del olvido, se cree que la memoria sigue latente pero es mentira; el verdadero sentido de esto, al igual que otros tantos sucesos, se convierte (en el mejor de los casos) en moda, nunca más en ideal.

Las marchas en las diferentes ciudades del país estará una vez más conformada por una juventud oveja; si hiciéramos el frío pero acertado experimento de preguntar a los asistentes sobre alguno de los puntos del antiguo pliego petitorio o del por qué surgió el movimiento, estoy segura que ni la cuarta parte podría responder. Ese es nuestro octubre, el ´68 mexicano, una efeméride hueca.
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Rojo Amanecer
México, 1989
Director: Jorge Fons
Reparto: María Rojo, Demian Bichir, Héctor Bonilla, Eduardo Palomo, Bruno Bichir, Jorge Fegán, Paloma Robles.
96 minutos.

La Noche de Tlatelolco
Elena Poniatowska, Ediciones Era.
México, 1971

México´68, Vol 1 y 2
Oscar Chávez, 1994
IM Discos

Texto agregado el 08-08-2009, y leído por 301 visitantes. (5 votos)


Lectores Opinan
02-10-2009 Correcto, hueca. Si conmemorar fechas sirviera de algo... bueno, imagínate nomás la de cosas que ya no sucederían. La cosa es que creo que tu sí quisieras conmemorar algo que han mitificado hasta lo absurdo. Yo no creo que apartir del 2/09/68 el país haya cambiado y que a partir de ahí se comiencen a recoger frutos de... ¿de qué tanto dicen? ¿Democracia? ¿Participación cívica? ¿Alternancia en el poder?... pf. Me cagan los mitificadores por cortos de vista; pero me interesan los mitos como productos de cohesión social. El de Tlatelolco (sí, es un mito dede el momento en que se convierte en relato épico que genera o representa un ideal) es fallido de todo a todo; desde su origen en una bronca entre chamacos rebecos, hasta su pliego petitorio que no era ni revolucionario ni concesual, sino, simplemente, pequeñas reformas al código penal del DF. ¿Qué buscaban los estudiantes? Lo pregunto sinceramente. ¿Qué cambios hubisen ocurrido si Díaz Ordaz les da coba? Lo prengunto en serio. ¿Han leído Los días y los Años, de Luis González de Alba? La recomiendo de veras. Bacha
18-08-2009 no más q estuve ahi en aquella fatica plaza, que puede ser cualquiera en el continente del df hacia abajo, mira ese 2 de abril pero en santiago de chile, el año 57 , cayo muerta una joven universitaria , alicia Ramirez, neruda la inmortalizo en el canto general, el año 48 , en la plaza bulnes cayo Ramona Parra y con artos mas , pero en fin mientras hayan personas como tu, la historia no habra de repetirse abrazos y muy lindo tu trabajo.- hombrenuevo
08-08-2009 Acontecimientos como el 2 de Octubre son para no olvidar. No por que quiera uno volver a vivir todo eso, si no precisamente por eso, porque uno desea que no se repita. Es verdad que la memoria se pierde con el tiempo, por eso es bueno recordarlo, de ahí el tino de que colgaras ésta reflexión. Saludos. Azel
08-08-2009 Ni se olvida, ni se perdona y que cada gota de sangre inocente y sedienta de justicia derramada aquella noche, se convierta en un grito de indignación y de repudio a esos seres abyectos y oscuros que han manchado de sangre las páginas de nuestra historia. Mis conmovidas 5* rolox37
 
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