Dulce dolor me prodigas
que hiende mi lóbulo con urente filo
de tu huella imborrable.
Que sean las manos tuyas
en mi gota que sangra y nos pacta
al silecio nacarado de las perlas.
Pinta la azucena que me habita
el cisne de rosado cuello
los hombros aún vulnerables.
Sean tus ojos fulgor de mis latidos
al roce de una lágrima y de mi boca.
Texto agregado el 07-08-2009, y leído por 659
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Lectores Opinan
18-09-2009
El dolor
Prodigo
Que hiende mi lóbulo..
Un suave viaje
Entre manos porque se viaja con las manos
También
Son la sangre que se vierte
con silencios
Me has hecho viajar en estas hermosas palabras,
Mientras el color
De azucena que habita espera cauto
En el ritmo
De tu bello canto
Mis cinco pentagramas_5_
Juan_
Juan_Poeta