¿Dónde está ese mundo?
Hace muchos años, perdido en el tiempo,
existía un mundo, puro corazón.
Donde era el respeto y el sentir profundos,
formas habituales de vida y amor.
No se conocía la palabra guerra,
ni tampoco envidia, odio o ambición.
Dónde por las calles, cantaban los niños,
alegres canciones, llenas de ilusión.
Donde no había madres, que lloraran siempre,
porque a un hijo suyo el vicio arruinó.
Donde no había un hombre que por vil dinero,
a otro hombre fríamente, a traición mató.
Dónde está ese mundo, Señor te pregunto,
qué nos ha pasado para así cambiar.
Preferir la muerte para nuestro hermano,
en vez de una vida para siempre amar.
Que no haya más llantos, Dios mío te pido,
basta de violencias, yo no quiero odiar.
Que la Ciencia sirva para salvar vidas,
Que no se utilice más para matar.
Que se vaya el hambre, junto a la miseria,
que exista justicia, que haya igualdad.
Mueran fanatismos, venganzas y odios,
que retornen dichas, amor y humildad.
Que me escuchen todos, todavía es tiempo,
para rescatarse la paz y unidad.
Si juntos luchamos, venceremos pronto,
a ese ser horrible llamada maldad.
Y así nuestros hijos hallarán de nuevo,
ese mundo hermoso que el hombre soñó,
y la rueda-rueda, y Antón Pirulero,
serán estandartes junto a un Arroró.
Arrorró mi niño, arrorró mi sol…
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