QUITATE LA CARETA
Una verdad no se esconde ni detrás del universo,
ni siquiera un funcionario, te convence con sus versos,
las palabras van al viento, tan solo los hechos quedan,
y aunque pretendas negarlos, allí están y allí se quedan.
Que si fuiste mentiroso, estafador y cuentero,
aunque quieras esconderlo, se enterará el mundo entero,
que detrás de una apariencia solidaria y bondadosa,
a veces suele esconderse la serpiente venenosa.
Jamás debes olvidar que quizá engañar lograste,
a un hombre, dos, o a un pueblo, pero con Dios fracasaste,
el tiempo inexorable te va pasando factura,
y te va cambiando dichas, por gran dolor y amarguras.
Es muy bueno para el hombre tener la sana ambición,
de un buen pasar, una casa, para un hijo educación,
pero nunca hay que olvidarse que lo injusto aquí pagás,
no hay manera de salvarse, porque: ¡A Dios no lo engañás ¡
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