Vamos mi niño, duerme mientras sigo contándote esta historia
la historia de tu vida, de mi vida, de nuestro amor,
mientras sigo con este infinito adiós.
Duerme tranquilo, que cuando el sol brille en el horizonte
yo me habré marchado para siempre,
dejándote el dulce sabor de un beso especial.
No creas que es para siempre, solo juega a olvidar,
y a dejar de amarme,
no creas que es lo que yo quiero, juega a inventarme ideas
que hagan tu camino y adiós mas fácil.
Vamos cariño, solo por esta noche duerme junto a mi,
quiero ver tu sonrisa al amanecer,
quiero ver lo que jamás veré en otra mirada,
quiero sentir el amor que se escapa en cada segundo con ese adiós infinito que me regalas.
Dejemos volar esto, dejemos libre a la libertad,
dejemos que el dolor rompa lo infinito
desafiemos al tiempo y la distancia,
desafiemos al viento y el mar, pero terminemos con lo que un día nació.
Estoy contigo ahora, ¿no lo sientes?
¿no sientes acaso mis lagrimas en tus manos?
¿no escuchas la música?
solo abre los ojos, y verás lo que he logrado, veras tus lágrimas.
Cariño, que no te importe la sangre ni el dolor,
tú duermes tranquilo, duermes en paz,
no dirijas la mirada hacia mi sangre, tus sueños continúan,
solo el murmullo de un adiós los perturbó un segundo.
La vida sigue, los vientos seguirán trayéndome tu recuerdo,
y mi sangre cubrirá mis lágrimas, ocultándolas de ojos curiosos,
mi alma seguirá volando hacia alguna parte,
pero, cuando duerma, la historia renacerá,
y las lagrimas cubrirán mi sangre, y ya no las podé ocultar.
|