En un estado inicial de la vida en donde todo cambia repentinamente y nada prevalece me arriesgue a traspasar la línea crucial en donde el vacio de mi mente dibujo un escape de la presión de una sociedad que se caracteriza por ser autónoma.
Inconsciente, caprichosa, rara, impulsiva, gobernada por una ingenua maldad, tan solo vasto un disfraz para ocultar su metamorfosis… con disfraces bucólicos me someto a la mutación.
Me siento una larva transitando la hoja húmeda. Ojalá desemboque en algo perfecto. Enfrente al vacío de mi mente, con la caprichosa idea de la conversión.
En la línea del horizonte, de la cual me alejaba constantemente, observé un cuadrado sujetado por una circunferencia. En el medio un punto que simboliza el infinito indescifrable del mundo. Esta línea permanece en reposo sin caer ni girar. Ambos brazos son iguales, transformándose en una barra rígida. Apoyándose en el punto sobre el soporte permitiéndole girar libremente, de modo que permanezca en equilibrio a la hora de apoyarme; viéndome reflejada dentro del círculo eternizándome en un estado de reposos permanente ante los cambios climáticos del emporio. Aunque soporto una gran presión, la barra se mantiene en equilibrio.

Sin querer y sin desearlo tropiezo contra el borde deslizándome en el tubo de la conciencia diurna, que termina en el tercer ojo que todo lo ve. La corriente me trajo aquí, estampándome en el vidrio. Distingo más allá de esta realidad de carácter despectivo. La curiosidad me llevo a esto.
Hablo rápido generando un gran enredo en mis pensamientos, pero a pesar de todo soy serena y tranquila. Aunque traigo mi propio deseo de abandonar este refugio, dando un paso al mas allá, para poder desligarme y avanzar hacia el conducto que me llevara a mi complementación de ser. A causa de un repentino despertad que dio lugar a generar una irresoluta conciencia diurna que termina a pasos de una realidad que repela mi inadecuado comportamiento, me considero sin contradecir tus plegarias, una clara referencia de lo que no hay ni viniste a buscar.
Tal vez depende en que sentido lo veas. Suelo mirar el pasado sin saber que esta pasando en el presente y el futuro no me preocupa por que en realidad no me veo ahí. Observé sentada, desde, un fétido sofá la vulgaridad de esta realidad que me envolvía constantemente. Veo a diario el ir y venir de la gente. Esa misma gente que no sabe que existo.

Sin entender por que lo hago… al abrir los ojos finjo existir, sin dejar lugar a comentarios que puedan adjuntar, me escapo de aquellas mentes progresistas que puedan confundirme aun mas con sus ideas revolucionarias.
¿Por que me tengo que esconder de esta gente que ama sus artificios de grandezas? Vestidos para una guerra que fue armada por un ser insipiente que posee una gran máscara acrílica y en donde todos simulan que son personas de distinción. Yo diría distinción de masacre. No pertenezco aquí.
Así es como puedo confeccionar que he conocido las suficientes personas como para destacar alguna del montón: se marcha Á, sin saber que existo; en el camino se quedo C sin soñar su destino; se fue por la senda D, sin creer en su pasado. Pasaron un puñado de sueños profanos al igual que un mundo de personajes quemados bajo el desdén dominical.
Al despertar vi la justa verdad de una realidad que se remarcaba en las paredes dando lugar a que me decidiera a sostener mis pasos.
Vos no tenés nada que ver con lo que forje a que seas. A caso te disculpas. Comprendo tu abandono y tu repentino acercamiento hacia mí. Pero ten por seguro que no permitiré que vuelvas a salir de mi vida otra vez.
Deslizándome sobre una hoja húmeda, llego al final y me dispongo a despegar sin alas.
En la antología de mi evolución enfrente el vacio de mi mente que dictamina la caprichosa idea de la metamorfosis. Esos tiempos son pasados, ahora, decidí brincar de un solo salto a la inmortalidad que debo enfrentar desde que era un simple musculo crepuscular perseguido por sus ideales. Y heme aquí sumergido en el tubo de la conciencia diurna que termina en un cuadrado sujeto por un redondel y en el medio un punto que simboliza el infinito indescifrable. Mas allá esta el verdadero nombre del destino.