El día había sido terrible, de esos días que lo mejor era olvidarse que se hubieran vivido.
Pero me explicare, al levantarme la mañana era gris, bueno no era tan gris cuando abrí las cortinas nuevas que me habían colocado el día anterior, se me olvido que yo no ponía mis sabanas en la ventana y jale las cortinas nuevas.. el golpe que me dio el cortinero me dolió tanto en la cabeza como en el bolsillo, pues tire las nuevas cortinas con todo y soporte.
Entre al baño pensando lógicamente que no tendría agua caliente, con gran cuidado abrí la llave de la regadera, puse la mano..Uf estaba tibia, sonreí y me metí, fue genial sentir el agua en el cuerpo, me enjabone lentamente, estaba yo disfrutando, sonreí nuevamente hasta que el champú se metió en mis ojos, y cuando me los frotaba, ¡se acabo el agua!
Salí con un hambre, pues solo traía encima un café y hablo textualmente, la taza de café, materialmente voló sobre mi pantalón de lujo, como si una fuerza misteriosa lo hubiera lanzado, en esos momentos pensé en fantasmas, hasta que descubrí que el perro golpeo la mesa y quedo noqueado.
Me subí al coche y me trataba de incorporar a la avenida madre principal, y digo la madre, por que al tratar de entrar en ella, todos le recuerdan a uno la madre, cosa nada extraño en México.
Después de algunos recordatorios maternos tanto recibidos como emitidos, en plan de compensación que conste, por mi , logre entrar y cosa sorprendente pude colocarme en el carril de alta velocidad sin aumentar significativamente los valores maternos.
Me quede sorprendido, el avance era constante, creo que no tendría que matar a mi abuelita para justificar llegar tarde, no podía creer tanta belleza..
Pero si lógico en México pasa eso con frecuencia, el viaducto estaba cerrado, de nada valió todo el esfuerzo, nos desviaron por la lateral y empezó el infierno de pelear cada centímetro de avance, pero no niego que eso tiene su encanto, pues es una verdadera guerra de valor y osadía, frena, arranca, cambio de carril, aventajar el que estornudo, en fin, al fin se me hacia justicia, solo me faltaban unas cuantas cuadras para salir a la avenida, nuevamente demostraba que yo era un peor salvaje y sin madre que existía en esos momentos, pero, claro algo tenia que pasar, ¿usted piensa que se me acabo la gasolina? No claro que no, solo me dieron unas ganas locas, debido posiblemente a la alegría de ir hasta adelante, de hacer pipi.
La gasolinera estaba adelante, solo unos metros, nuevamente trate de ganar el paso, regresando al carril que tanto trabajo me costo abandonar, uno de los choferes que yo había vencido, me grito, ¿Estas loco? Solo sonreí y el volvió a gritar, con razón no te quiere tú mujer, yo ahora si le conteste pero la tuya ¡si! Entonces el tipo se puso rojo y nuevamente grito..Entonces eres ¡Tú! Y todos reímos, eso es lo genial de ser mexicano, de un inminente pleito puede surgir la mejor broma del momento.
Pero la angustia de mi vejiga me centro de nuevo, al fin logre entrar a la gasolinera, pare el coche, me baje y con pasos de parturienta en los últimos minutos, camine hacia la lejana, qué digo lejana, lejanisimaa, puerta del baño.
Por fin llegue, entonces me quede pasmado, y de milagro no orinado, la puerta tenia una chapa que solo se abre con monedas de a peso y yo me busque en los bolsillos, pidiendo a Dios encontrar unas monedas, lo único que encontré fue el agujero que dejan las monedas cuando unos las carga.
Camine ahora como mujer después del parto hacia unos de los despachadores de combustible, el hombre se me quedo viendo y solo reacciono cuando le pregunte, me podía cambiar un billete, el me contestó ¿de cuanto es? De doscientos pesos, le conteste, el solo nego moviendo la cabeza, y agregó no tengo, pero aquí a media cuadra esta el banco.
¡Media cuadra! Nunca llegare, pensé, y insistí con el hombre, sabe es para el baño, el sin voltear a verme, pues estaba atendiendo un coche, contestó preguntando ¿El baño? Si, ¡ el baño! insistí desesperado, caray que raro dijo el, acabo de ir al baño y no me dijo nada que necesitara dinero…
Regrese con el dinero que le quite a un pordiosero que pedía limosna, jurándome a mi mismo que no me caería un rayo encima por ese acto, pues Dios es comprensivo de estas tremendas necesidades.
Deposite las monedas, y gire la puerta, uf… se abrió, por fin alguien allá arriba se acordaba que yo era de los favoritos.
Al entrar un mingitoria estaba libre, definitivamente si alguien arriba estaba poniendo orden, me acerque y…ustedes me entienden, creo que hasta tenia los ojos en blanco, cuando mire de reojo a mi compañero de descarga y el también me vio y giro, al tiempo que decía, ¡pato cuanto tiempo! el tipo cometió tres errores, primero, giro, segundo no cerro la manguera y tercero, ¿quien carajos es el pato?
Lave como pude el pantalón pero el olor no, carambas no entiendo que diablos había desayunado ese tipo, pero juro que hasta rochas tenía en mi pierna.
Me subí al coche, arranque, cerré los ojos y me incorpore de nuevo al arroyo vehicular…lo bueno es que de mi madre no mencionaron, pero si recordaron hasta mi tatarabuela.
Pero estaba nuevamente en camino..
La llegada a la oficina, fue rápida, salude a mi jefe, le comente que mi abuela seguía un poco mal, pero que el tratamiento estaba dando resultado y la barba dejo de crecerle, él se me quedo viendo y me sorprendió su respuesta, pero si hoy no se lo hizo tarde, ¿que tiene que ver su abuela y como que la barba le dejo de crecer?…
Chin había echado a perder una estupenda excusa en forma tonta.
La mañana trascurrió casi calmada, solo la secretaría del departamento de proyectos, se rompió la pierna, el tipo que limpiaba las ventanas, cayo del tercer piso y creo que no fue nada grave, pues se lo llevaron comiendo al hospital, bueno no entendí bien si comiendo o en coma.
La salida fue perfecta, como mi jefe se quedo preocupado por el crecimiento de la barba de mi abuela, me dejo salir temprano, eso me permitió cruzar la ciudad a una buena velocidad, al fin la mala suerte se había acabado.
Pase mas temprano por mi novia, eso estoy seguro le encantaría, la pobre me ve tan poco.
El coche paro enfrente de mi, un tipo bien vestido se bajo y abrió la portezuela de su acompañante, carambas me sorprendió, eso ya no se acostumbra mucho, su acompañante que era mujer, se giro y al bajarse mostro unas hermosas piernas eso me puso de mejor humor todavía, el tipo galantemente la ayudo a bajar, pero aprovecho el momento para acariciarle las piernas, uf vaya manera de hacerlo, no cabe duda que estaba de suerte, hasta exhibición privada me estaba tocando ver.
Ella se despidió dándole un gran beso y fue cuando …
Claro que ustedes pensaran que era mi novia, es lo lógico, o bueno lo único que me faltaba…pues no, lamento decirle que el que esta platicando soy yo y no era mi novia…
¿o si?
Déjenme pensar, entro al mismo edificio donde ella trabaja, las piernas se me hicieron conocidas, y la falda era roja..o ¿o la roja era su ropa interior?... no pero claro que no era ella..por que al tipo si lo conocí, era el jefe de mi novia, qué por cierto la acaba de dar un estupendo aumento de salario a mi novia, cosa que me dejo mas que satisfecho, tomando en cuenta que mi novia, solo tiene ocho días trabajando.
Y mal hice en pensar mal de ella, pues la llame por su celular, recién entro esta muchacha al edificio y mi novia, bajo tan rápido los 15 pisos, que pareciera que acaba de entrar, además, por si fuera poco, la pobre de mi novia, bajo tan rápido que hasta el brassiere tenia al revés.
De ahí fuimos al cine, pero bueno..eso ya no fue tan malo, pues no pague las palomitas, ni tampoco el café y tampoco los sándwiches, pero lo mejor de todo fue la casualidad que al mismo cine fue el jefe de mi novia, y la pobre se tuvo que sentar en la parte de atrás del cine, con su jefe para explicarle no se que problema de los archivos y claro el jefe tan atento me dio todas esas cosas en lo que se ocupaba de mi novia, no cabe duda que en cualquier momento cambia la suerte, pues al salir, el jefe apenado, me dijo que no me molestara, que el de paso..llevaría a mi novia…carambas dijo ¿de paso ó a un hotel de paso?
Pero, bueno eso fue un mal día, que afortunadamente mi novia y sobre todo su jefe, lograron componérmelo, lo único que me sorprendió un poco que al verme en el espejo, antes de dormir, notara unas raras protuberancias en mi frente, posiblemente me pegue en algún lado.
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