Llegó tarde, como le venía sucediendo desde hacía meses cada vez que tenía una cita importante a una hora señalada. Sentía menos dolor. Pero su mente estaba disipada en un tumulto de pensamientos, recuerdos e imágenes.

Se acordó del tema de su visita al buffete de abogados; la familia de uno de los afectados en el accidente que sufíó graves lesiones reclamaba una indemnización millonaria. Los abogados estaban mediando con los abogados de la familia para llegar a un acuerdo factible para ambas partes, pero la situación se iba complicando por momnetos.

-¡Buenos dias!, Perdonen el retraso. Había tráfico. ¿Como van las negociaciones? ¿Hay alguna buena noticia?-

-Siento comunicarle que las noticias no son las mejores.Parecía que todo iba bien en los últimos días pero las cosas se han complicado. Los abogados de la familia se oponen a cualquier tipo de negociación y reclaman la cantidad íntegra que reclamaban desde un principio. Además han puntualizado que nuestra mediación para un acuerdo intermedio es un atentado contra la integridad moral del afectado. Así que nos encontramos ante un problema de dificil solución...

- No me pueden decir eso.... saben perfectamente que esa cantidad de dinero es extremadamnete excesiva e incoherente con los hechos que sucedieron. No puedo afrontar ese pago. Menos ahora. Sería mi ruina y la de mi familia.

-Por ahora no puedo facilitarle más información hasta que los abogados de la familia llamen mañana a lo largo de la mañana para darnos la confirmación de su decisión final. Crucemos los dedos para que sea lo más satisfactoria posible para usted. Pero no quiero engañarle, y sinceramente lo veo dificil de solucionar.

Abandonó horrorizado aquella sala de reuniones. No podía concebir aquellas palabras. Su vida se desvanecía en aquel mismo momento. ¿Cómo le diría a ella todo aquello? ¿Cómo le podía explicar que iba a arruinar su vida y la de su hija por un incidente del pasado que solo a él le implicaba? A la persona que más amaba enfrentarle ante tal injusticia..?

-¡Ringgggg!- suena el teléfono móvil

-¿Quien es?-

-Cariño. Soy yo ¿Que tal todo por allí? ¿Has terminado ya en el buffete? Ya me cuentas como ha ido todo. Tengo muchas ganas de verte cariño mio. ¿Comemos juntos? Tengo una sorpresa que comunicarte y me gustaría que estuviéramos tranquilos en un lugar agradable para poder hablar sobre nosotros. Además así te recuerdo algo que seguro habrás olvidado con el ajetreo de esta mañana.¿Qué te parece cielo?

-Claro mi vida. Claro que comeré contigo hoy. Paso a buscarte a la salida del Periódico.

Y se sentó en un banco de piedra del jardín situados a la espalda de aquel edificio. No podía respirar. Y su cuerpo se enfrió como un témpano de hielo. No se había acordado de la visita al centro de salud de esa misma tarde para la primera ecografía de la pequeña en la que ya la podrían ver perfectamente formada. Ella tenía tanta ilusión por aquel momento...el momento de comtemplar el rostro de su pequeña. Y él ni siquiera lo había recordado. ¿Qué podía hacer despues de todo aquello?

Su mundo giraba en ese mismo momento en mil y una direcciones al mismo tiempo, y él ni si quiera sabía cúal era la suya...