Con los ojos ciegos de ver pasar los eclipses y la espalda lastimada de cargar... Esta vida. y en el bolso van guardados de la mano... un beso y un abrazo que nunca dicen chao ante mis ojos las montañas no se agrandan ni la vida se complica como un sueño en blanco sin comienzo ni final la vida se nos va para nunca recordar Y cuando vuelva de este epílogo redondo cuando sea el día noche para nunca despertar la lluvia se transforma en río y la vida en mar...
Texto agregado el 01-06-2004, y leído por 109 visitantes. (0 votos)