Las siete y media de la mañana, una calle desierta, un chalet adosado, y en su interior, desde una ventana del primer piso, Angel desliza con cuidado el visillo mirando con atención al exterior, nada anormal, todo tranquilo.

Angel coge su cartera, fuerza una sonrisa y le da un beso a Carmen que lo mira preocupada, abre la puerta de la casa, mira a un lado, mira a otro, nada raro todo esta en paz.

A continuación observa con cuidado la puerta del garaje, parece estar bien, la abre, otra fugaz visión a los dos lados de la calle y se introduce en el coche; no lo puede evitar siempre pasa lo mismo antes de accionar la llave del contacto, una gota de sudor recorre su sien, cierra los ojos y gira la llave arrancando el coche, resopla, mete la primera y sale del garaje, acciona el mando a distancia y la puerta comienza a cerrarse.

Una ultima mirada a los dos lados de la calle y acelera, la radio apagada, concentrado en el camino, las manos sudorosas resbalan sobre el volante, una calle, otra, un giro a la derecha, un cruce, otro, otro más, un semáforo en rojo, el coche parado, la respiración agitada, nervioso mira a todos lados, unos peatones cruzan indiferentes, Angel agarra con fuerza el volante, la primera puesta, el embrague pisado, listo para acelerar, por el retrovisor trata de reconocer al ocupante del coche de atrás que distraído introduce su dedo en la nariz, el semáforo se pone verde, Angel acelera y la tensión decrece por unos instantes, pocos.

La calle se estrecha, un coche en doble fila, dos jóvenes conversan en la acera, el estomago se vuelca, la garganta se cierra, Angel frena bruscamente, el coche de atrás frena y comienza a pitar, los viandantes miran extrañados hacia él, cierra los ojos, se limpia el sudor de la frente, mete la primera y con un brusco acelerón rebasa al coche estacionado en doble fila.

Ocho menos cinco de la mañana, el coche de Angel entra en el aparcamiento del Ayuntamiento, por el móvil llama a Carmen, - todo bien cariño.

Angel F.

Concejal,

su partido es... ¡que mas da!,

esto no es miedo.

Es Terrorismo.