Ha pasado tanto tiempo. Ahora ya no respiro. El poco cabello que me queda se tiñe de plata. El brillo de mis ojos se esfumó. Me he quedado sin aliento y el corazón, parece, palpitar más lento que antes.
La primavera se fue y hoy sólo se aloja el frío invierno.
Soy un viejo. Y hoy no tengo nada, sólo puedo reflexionar un poco sobre mi vida:
Durante muchos años me refugié en la soledad. No quise ver más allá de mis narices. Créi que el amor verdadero se alojaba en el corazón no correspondido. Siempre preferí ver su delicada y fina piel, estremecerce al calor de mis manos, para luego esfumarce en un suspiro.
La tuve cerca y preferí dar la espalda. Me creí valiente y audaz. Así que salí corriendo con la intención de escapar de ella, de las emociones, los sentimientos, los sueños, los recuerdos, la felicidad, la dicha... huí de todo.
Ahora, ya los años han pasado. El tiempo corrió sin parar... nunca se detuvo... hoy me sigo preguntando su la debí olvidar.
La verdad. Aprendí a olvidar. A lo largo de mi vida conocí a tantas mujeres que siempre me dijeron: "Acuérdate de mí".
Sin embargo, hoy no recuerdo ni su calor ni sus labios.
Perdo la única que jámas olvidé, fue a aquella chica de cabello rizado, sonrisa de cristal y alma de niña. Aquella que nunca me lo pidió y sigue en mi memoría, como aquellla primera vez... su nombre es sencillo y delicado; y también armónico como el canto de la sirena,, simplemente se llama.....
Lo siento, casi lo olvido. Un hombre no tiene memoria, así que sellaré mis labios y se irá conmigo a la tumba a partir de mañana... Tan sólo recuerda que Te amo y te amé....
Besos |