...Y entonces salió de su recóndita guarida en la cabezota deforme y plana de la chica...
todo era un desorden, por dentro y por fuera; todo un caos, pero su mirada reflejaba un metódico orden casi enfermizo.
- si así está el exterior, imagínalo por dentro- Eran los comentarios de los inertes (aunque inertes tenían voz en sus pensamientos) cuerpos que yacían bajo la luz apagada del infinito reflejo del sol cuando no brilla, cuando entre caliginosas visiones quiere atravesar y no se puede.

Algún día mejorará...cierto?
Siempre queda la duda, pero sin las dudas no hay movimiento, ni preguntas ni respuestas, ni curiosidades ni platicas amenas temprano en la mañana después de la primera labor... Entonces no habría una plática secuencial al anochecer frente al aparatito intercomunicador.
Al final, la duda siempre gana, sea resuelta o no; y en este caso, el curioso personaje que escapó de su origen tenía una duda: regresar o divertirse huyendo de su "doloroso" destino.
Así que entre escapar o estancarse decidió viajar a un lado de la chica y ser un espectador que de cuando en cuando participaba sorpresivamente haciéndole creer que sus sospechas -de no estar sola- se confirmaban, escuchaba voces, cual película americana que intenta llevar al cinéfilo más allá de la sala compartida por miles de personas, que como él, decidieron malgastar su dinero en un filme poco divertido. Era escalofriante y maravilloso descubrir que por fin ¡¡¡no estaba sola!!!
Después de tanta espera compartía sus emociones aplanadas y cuadradas, también sus canciones arrítmicas y sus ideas confusas y revueltas; era tantísima la emoción de la chica, que por un instante se creyó real oh triste decepción…
En el clímax todo acababa mal, era como si estuviera planeado y escrito con tinta sangre o sobre una roca con cincel que jamás de los jamases se permitiría ser feliz; lo merecía, pero aún así, antes del momento de magia y elevación, una ventisca la tiraba más debajo de donde empezó.

Mientras tanto, que el mundo ruede, mi vocecilla y yo, seguiremos disfrutando…. O será sufriendo?
Es difícil decirlo con una línea tan delgada y frágil, pero es lo divertido de una cuerda floja: saltar sin red.