¿POR QUÉ?
Un pajarillo bajó a beber agua del río,
y muy caro le costó, pues lo mataron de un tiro,
el cazador muy contento en sus manos lo tomó,
y a ese pajarillo muerto, una foto le sacó.
-Jamás he visto otro igual, comentaba a sus amigos,
-que plumaje tan vistoso, que porte, que señorío,
y se fueron muy alegres, entre cervezas y vino,
y el cuerpo quedó tirado, a la vera del camino.
Mientras tanto unos polluelos, con un triste pío, pío,
llamaban a su mamita, que había bajado hasta el río,
para llevar agua fresca, para que hubieran bebido,
más, se cruzó un “ser humano”, y jamás volvió a su nido.
Y con el paso del tiempo, se fue apagando el sonido,
y esos pichones murieron, de hambre y sed, allá en el nido,
y la foto era admirada, mostrada en una reunión,
por un “señor” orgulloso, de no tener corazón.
Luego él mismo se hará ver, como un cariñoso padre,
ciego, que no supo ver, que había matado a una madre,
que allá tirada quedó, sin porte ni señorío,
y en su nido no se oyó nunca más un pío, pío.
Hombre cruel sin corazón, cuanto daño estás causando,
y en el nombre de la Paz, muchos hermanos matando.
Tira el fusil a una zanja, tápalo con mucha tierra,
quizá, si todos lo hacemos, acaben todas las guerras.
Y entonces al oir el trino, de un pajarillo cantor,
sentirás que el odio ha muerto, vencido por el Amor.
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