El éxtasis que me das, no se encuentra en cualquier lugar, sin embargo, llevas años dando ese éxtasis a cualquiera. No logro concentrarme. No me gusta que me dejes de mirar, no me gusta que retires tu mano de la mía. No es casualidad que nos hayamos encontrado. ¿Acaso tienes miedo de comenzar todo de nuevo? ¿Acaso hay alguien más que te nubla el corazón cada vez que la vez? Ahora llego a casa llorando, porque sé, que no eres el mismo. Mírate. Haz cambiado...Para bien?...Para mal?...No soy quien para decirlo...aunque el cuchillo que giraste en mí, aún está guardado en la repisa...Lo has guardado con cariño...Lo miras cuando tienes tus momentos fuera de sí...Quisiera encontrar una respuesta, querido, sí. Me duele. Cada rechazo tuyo...cada palabra que no me diriges...es una puñalada más, estoy toda agujereada, por favor, deja de herirme, por primera y última vez...te lo suplico.