Ciruelas Pasa
Cuando uno compra ciruela sin carozo se está privando de uno de los sabores más exquisitos que existen, el de la pepita. En la «compota» la ciruela vuelve a hidratarse, ahora de manera falsa y se despide sin fuerzas de su carozo. Este, dentro de su dureza, esconde un sabor al principio amargo pero sin duda muy sabroso, una pequeña pepita. Si yo fuera oriental bien podría decir: «Detrás de la arruga, del marchitamiento, de la dureza, de la amargura existe algo infinitamente rico», pero no lo soy y que yo sepa la pasa y la compota están vinculada estrechamente al estreñimiento, quizás este recuerdo de aquel gusto se deba solo a las condiciones en las cuales se la come, quizás el sabor de la pepita no sea tan agradable.