Desde un ruido calmo
al aparcar mi alma
hasta el tenue lagrimeo
de una risa demorada
apareces como si nada,
con una sonrisa caliente
y una mirada helada
que se pierde en el silencio
como diciendo:
guardo mis palabras
para más tarde...

y es en ese afónico suspiro
que te imagino al lado mío
soñando, riendo...
o qué sé yo…

Pero que algo quede claro:
No, no estoy enamorado

¿cómo he de estarlo?
si apenas te he visto.

Y ya parecía clamar tu nombre
desde antes de conocerte…
cómo un cuento escapando
de la pluma que lo escribe
o una canción
de la boca que la canta
así te escribe mi alma
y así te canta...
te pregunta, también te sueña

Pero no, Para nada, enamorado nunca...

aunque seas anhelo en mis anhelos
y fuego en mi hogeras
porque vos, no sé donde ni por qué
me quemas, me alegras

si enamorarme alguna vez quiero
solo de vos eso espero,
aunque enamorado jamás
no soportaría similar idea
de mano de cualquiera
que no riera
como sólo tú sabes hacerlo...

como éstos son los últimos versos
de este cuento
debo aclarar:
no es lo único que siento
ya que para hablar de ello
necesitaríamos mucho, pero mucho
tiempo