Shaina.

Un nacimiento escrito.

10:00 AM.
"Tengo un mal presentimiento hoy, se que pasará algo, algo que cambirá todo, el libro que tengo ahora mismo en mis manos es la revelación, está escrito en la época de Jesucristo, en el idioma que se hablaba en esa época, el arameo. Leeré el versículo XV traducido para que usted también lo entienda, señor Wright. Recuerde que este libro pertenece a las obras encontradas en Jerusalem". Dijo Marion mientras sujetaba el citado libro entre sus manos.

"Nacerá lo que no tiene que venir nunca, cuando llegue el siglo de las dos X y el dia se cierne durante unos momentos en noche, se cumplirá la profecia. El mal se hará carne en una mujer y su descendencia se extenderá por toda la tierra". Marion se quedó con la cara blanca, una vez hubo leído el texto.
El señor Wright miró hacía arriba y dijo: "Dios mio, hoy estaremos a merced del ángel caído".
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11:00 AM.
"Este mediodia a las doce en punto se oscurecerá todo, estad atentos, no mireis al sol de frente, sólo usad las gafas recomendadas para visualizar el eclipse". Dijo el profesor a sus alumnos.
"Señor, este es un día especial ¿verdad?, mucha gente piensa que pasarán cosas malas", respondió uno de los muchachos.
"Así es, pero no pasará nada, estad tranquilos, sólo es un fenómeno que sucede cada cierto tiempo", les contestó el profesor, intentando tranquilizar la conciencia colectiva de sus alumnos.
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En otro lado, en ese instante, una mujer estaba a punto de romper aguas y se empezaba a preparar para ir al hospital, en este día llegaba el momento que algunos esperaban, el instante que algunos cuantos gozarían cuando viniera ese poder sobre el mundo.
La ambulancia llegó y la mujer fué trasladada con urgencia a la sala de preparación y dilatación.
Una vez estuvo preparada, las enfermeras abrieron el suero, empezando la dilatación en sí.
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11:30 AM.
El hombre esperaba el tren en la estación de una ciudad cercana. Era el padre de aquél bebe que estaba a punto de nacer, había recibido el mensaje desde el móvil de su mujer, estaba muy nervioso, era su primera hija y la emoción lo invadía por completo.

11:45 AM.
Por los altavoces de la estación, se emitió el comunicado: "El tren de corto recorrido se retrasará quince minutos. Perdonen las molestias".
El hombre se empezó a preocupar, tenía que llegar cuanto antes, quería estar junto a su mujer en el nacimiento de su hija.
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11:55 AM.
"Doctor, la niña está a punto de nacer, debemos darmos prisa, esa mujer esta teniendo los dolores, no puede esperar más", dijo una enfermera al médico que estaba al cargo del paritorio.
"Bien, voy en seguida", respondió el médico, acabando la visita de otra mujer en espera".
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11:59 AM.
El hombre estaba desesperado, el tren no llegaba, casi eran las 12:00 PM y su hija naceria, tal véz, en muy poco tiempo. No sabía que hacer, estaba tan distraido y pensativo, que no se dió cuenta que llegaba a toda prisa un comboy por la misma vía dónde éste estaba esperando.
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12:00 PM.
La mujer empujaba con fuerza, estaba perdiendo mucha sangre, el parto venía dificil, tan dificil que tuvo que ser ayudada con los forces para que la pequeña viniera al mundo. Aquello se empezó a complicar cada vez más, el médico pensó que lo mejor sería una cesarea, se preparó el quirofano y se pudo salvar a la pequeña, pero no a la madre, ésta última falleció sin poder ver a su hija. El cielo mientras tanto se tornaba cada vez más oscuro, el comboy pasó y enganchó al hombre, arrollándole por debajo de éste ... alguien en la estación comenzó a gritar y a pedir auxilio, demasiado tarde, el hombre había muerto atropellado sin casi darse cuenta ...
La cruz que había sobre la cama en la cual empezó el parto, se descolgó y quedó hacía abajo.
Todos los relojes del hospital marcaron las 12:00 PM y se pararon ...
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12:05 PM.
Se había ejecutado la primera ofrenda, la hija del adverno había incumplido dos mandamientos dados por Dios:
1. Honraras a tu padre y a tu madre.
2. No mataras.

Escrito por Carlos Them

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