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Inicio / Cuenteros Locales / AMARANTA55 / Cristina y las cenizas

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Apresuradamente y sin vacilar ni pensar mucho añadió: -“Es lo mejor para los dos”- y colgó. Minutos después, no lograba comprender completamente cómo dos años de relación con su novio Alonso se fueron en 52 segundos que duró la llamada.
Llena de furia, confundida, ensimismada, en un momento conforme con su nueva realidad y en el minuto inmediatamente posterior vacía y llena de recuerdos - buenos y malos- Pensaba qué hacer ahora en las tardes, “los viernes de cine” –como Alonso los solía llamar- y en las próximas fechas que días atrás eran importantes para los dos. –“Ya no me lo aguantaba más”- dijo en voz baja mientras comenzó a sacar de los portarretratos fotos que Alonso y ella se habían tomado en un paseo de olla que hicieron cuando estaban en tercer semestre. Las cartas, - que él le escribía el 23 de cada mes- fueron apiladas en una bolsa ordinaria en la que Cristina había traído el pan esa mañana y junto a las moronas de pan, 24 cartas aproximadamente.
-“Patrañas”- pensaba Cristina atiborrando con más y más papelitos la bolsa que quemaría mas tarde en el patio de su casa. Esa noche, recostada en su cama, pensó mucho en las cosas que ella haría sola y en la buena decisión que tomo esa mañana – “buena decisión. Sí.”, se repetía en silencio para justificar que Alonso y ella no iban a ninguna parte, no ese año, no ese día, ni nunca- . Cristina borró de su ipod canciones que Alonso le habría dedicado, canciones que representaban situaciones que ellos habrían vivido anteriormente. Irónico, le parecía ahora a Cristina, que Alonso le hubiese dedicado algo que no fue escrito por él, y aún mas sonso y obstinado que ella le subiera al equipo de sonido cuando sonaba una canción que quien sabe cuántos montones de cegatones enamorados ya habrían cantado con sus aguardentosas y desafinadas voces a grito herido en los bares, por teléfono o frente a su pareja!-
Sonó el teléfono, era Catalina quién invitaba a Cristina salir ese sábado a celebrar el cumpleaños de Carla. “A las 9: 30 pm paso por tu casa”. Tacones negros, pantalón muy ajustado, blusa negra y allí iba Cristina, merodeándose en las calles de su pueblo, siempre alegre, siempre sonriente. Cristina Bailó esa noche con sus amigos, movía su cuerpo sensualmente, le encantaba bailar. Ahora había un “gato” que le estaba haciendo la conversa, que cómo te llamas, que qué bonita eres, que qué vas a hacer mañana, que esa película me gusta a mí también, que qué linda es tu sonrisa...
Cristina se retiró un momento para “darse un retoque en el baño” , el sitio estaba lleno de gente, música electrónica, trago, amigos abrazándose, novios besándose, meseros con facturas en la mano, cigarrillos encendidos, caras saludándola y al fin, el baño. Eran ya casi las 4 de la mañana, cuando al salir del baño sintió que alguien le tocó el hombro izquierdo obligándola a voltear para ver quién era. Era Alonso, y no estaba sólo, no; con amigas y amigos y además se le veía muy feliz. Se dieron un beso en la mejilla – algo extraño ahora después de haber saboreado su boca tanto tiempo- fingieron una corta conversación, una falsa sonrisa, “estamos hablando” y volvieron a desaparecer en medio de la gente, el humo y las botellas de cerveza.
Al volver a su mesa Cristina no les comentó a sus amigas lo sucedido, siguió bailando y coqueteando como si nada hubiese pasado. Cocteles, flirteo, baile y casi a las 5:00 am se fueron a sus casas. “ La pasé muy rico, hacemos algo mañana?” “sí” asintió ella y cerró la puerta de su casa.
Al lado de un montón de cenizas en el patio, Cristina estaba el domingo a la madrugada, una copa de vino en su mano, música romántica, el número de Alonso en su celular, una, dos, o tres timbradas y una vez más la voz temblorosa de Cristina diciendo “ te quiero” .

Texto agregado el 29-07-2009, y leído por 246 visitantes. (5 votos)


Lectores Opinan
27-09-2009 Me gusta como escribes, muy perfilado y claro. Un saludo kimaten
11-08-2009 Estos son los amores rutina, se terminan cuando la erección frunce en el campo de batalla, pobre Cristina no se merecía esta suerte…. rosebellmarley
10-08-2009 Tu texto es todo un tratado de prepotencias y debilidades. Juegos que le dan discontinuidad a lo contínuo. Felicito tu manera de escribir. peco
30-07-2009 Hola Amaranta, felicitaciones por tu debut. Me gustó mucho tu escrito; espero ver mas de ti por estos lados. Calaf
29-07-2009 Un texto muy bien logrado, el típico amor juvenil, me gustó mucho******* JAGOMEZ
29-07-2009 Muy bien escrito, atrapa todo el tiempo. ohayoo
 
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