El renacer del día abre las puertas de una esperanza que anhela ser realizada, dar inicio a la magia de lo impensable y por sobretodo reanudar el camino con mas fuerza.
La vida que tantas sorpresas y pruebas que el corazón debe afrontar son atravesadas por lo duelos inevitables, como aquellos episodios que obligan a reconocernos a nosotros mismos como guerreros que también poseen un fragmento frágil que solo tomara fuerza cuando reconozca su propia vulnerabilidad; ¡Cuan difícil es reconocer esa debilidad! Pero al momento de abrir los verdaderos ojos del alma , el enfrentamiento con nuestro yo quiebra el reflejo imaginario que la mente había creado, siendo la herida tan profunda, que la esperanza comienza hacerse presente y poco a poco la luz va entibiando desde el corazón de la sabiduría, dando fuerza al conocimiento y valor a la verdad.